BAGDAD, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos 58 personas murieron ayer y decenas más resultaron heridas al estallar un automóvil cargado de explosivos cerca de uno de los principales santuarios de los musulmanes chiíes en Kerbala.
Una multitud indignada se congregó en el lugar después de la explosión mientras muchos buscaban frenéticamente a sus familiares. Algunos de los reunidos apedrearon a la policía y luego tomaron la residencia del gobernador regional, acusando a las autoridades de no protegerlos contra los rebeldes suníes. Los policías dispararon al aire para dispersar a la gente. Cerca de la zona de la detonación, los supervivientes buscaban desesperadamente a sus seres queridos.
La explosión ocurrió a las 19:00 horas en una concurrida atestada zona comercial cerca del santuario del Imán Hussein y el del Imán Abbas, en Kerbala, a 80 kilómetros al sur de Bagdad, cuando los fieles se dirigían al lugar para las oraciones vespertinas, explicaron las autoridades.
Las fuerzas estadounidenses indicaron que sus soldados se encontraban en la zona y el ejército de Irak pidió suministros médicos. Una explosión en un automóvil bomba en ese mismo lugar el 14 de abril dejó 47 muertos y 224 heridos.
