ISLAMABAD, 25 Abr. (Reuters/EP) -
Al menos cuatro personas han muerto este viernes por la explosión de una bomba al paso de un autobús que trasladaba a decenas de musulmanes chiíes por una carretera en Karachi, en el sur de Pakistán, según ha informado la Policía.
El jefe provincial de la Policía, Iqbal Mehmod, ha asegurado en la televisión paquistaní que sospechan que el autobús, que procedía llegaba de una mezquita chií, era "el ojetivo" del ataque.
Por su parte, el subinspector general Jalique Shaik ha explicado que la bomba explotó justo después de que el autobús pasara y que todos los muertos son civiles que pasaban por allí. "Parece que la bomba no logró su objetivo, ya que el artefacto explotó minutos después de que pasara el autobús", ha confirmado a Reuters. "Las personas que viajaban en el autobús han sufrido daños menores y el impacto ha roto las ventanas", ha añadido.
Hasta el momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado la autoría de este ataque, que ha tenido lugar en medio de las conversaciones entre el Gobierno y el movimiento talibán paquistaní. Los talibán, que son suníes, suelen atacar objetivos chiíes, a los que acusan de ser infieles que merecen morir. Por este motivo, los enfrentamientos entre ambos grupos son frecuentes en el país.
Las negociaciones de paz entre los talibán y el Gobierno paquistaní no han dado resultado por el momento. Los milicianos de este movimiento integrista pusieron fin la semana pasada a un alto el fuego de cuarenta días de duración.
El atentado de este viernes llega un día después de que un mando de la Policía conocido por su oposición a los talibán muriera por la explosión de una bomba en Karachi.
El ministro regional de información, Sharjeel Memon, ha expresado en una declaración televisada su preocupación porque "los ataques han alcanzado su máxima violencia después del alto al fuego". "Todo el país está bajo amenaza", ha asegurado. "El Gobierno federal debería reconsiderar ahora su política de reconciliación" ha añadido. "La única diferencia es que antes los milicianos se atribuían la autoría de los ataques, pero ahora permanecen en silencio", ha explicado.
