MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
Al menos 60 talibán han muerto este jueves en una serie de bombardeos llevados a cabo por la Fuerza Aérea de Afganistán en respuesta a un ataque de los insurgentes en la localidad de Chesma, ubicada en la provincia de Kandahar (sur).
El portavoz de la Policía provincial, Zia Durrani, ha detallado que los talibán atacaron el puesto de control durante la madrugada, desencadenando un tiroteo con las fuerzas de seguridad.
En respuesta, la Fuerza Aérea dio cobertura aérea para repeler la ofensiva bombardeando las posiciones de los insurgentes durante cerca de dos horas y matando al menos a 60 atacantes.
Durrani ha confirmado además la muerte de un agente durante los enfrentamientos, al tiempo que ha recalcado que no se han registrado más bajas entre las fuerzas de seguridad, según ha informado la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Los talibán no se han pronunciado por el momento sobre estas informaciones.
Durante la jornada de este jueves, más de una veintena de talibán paquistaníes han muerto como consecuencia de un ataque perpetrado con un dron sobre un campo de entrenamiento situado en la provincia de Kunar (este), según fuentes de los servicios de Inteligencia de Pakistán.
El ataque ha tenido lugar en la localidad afgana de Saresha Sultan Shah y se ha saldado con la muerte de al menos dos altos cargos del movimiento Tehrik-i Taliban Pakistan (TTP) identificados como Gul Mohamad y Qari Yaseen --este último "principal formador de terroristas suicidas"--. Según las fuentes, el bombardeo ha coincidido con una visita de dirigentes del TPP previa al traslado de milicianos a Pakistán.
Los talibán han confirmado el incidente y han cifrado en más de una docena los fallecidos, pero han negado que entre las víctimas figure Fazlulá Jorasani, al que las fuentes paquistaníes sitúan también en la lista de víctimas mortales. Jorasani es hijo del líder del TTP.
En febrero, un supuesto ataque estadounidense mató al 'número dos' de los TTP en el lado paquistaní de la frontera. Los dos países vecinos se acusan mutuamente de acoger en su territorio a terroristas y Estados Unidos ha señalado directamente a Pakistán por su supuesta falta de compromiso en la lucha contra estos grupos.
