MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos trece miembros de las fuerzas de seguridad de Afganistán han muerto en las últimas horas en el marco de un enfrentamiento con los talibán en la provincia de Ghazni, ubicada en el sur del país, según han confirmado las autoridades.
El portavoz del gobierno provincial, Mohamad Arif Nuri, ha detallado que los enfrentamientos estallaron después de que los insurgentes atacaran un puesto de control en el distrito de Joghyani, horas antes de lanzar un ataque similar en Malistán.
Nuri ha indicado que un total de siete soldados y seis policías murieron en los combates en Joghyani, en los que también murieron 22 talibán. En el caso de Malistán murieron 22 insurgentes, sin que haya informaciones sobre bajas entre las fuerzas afganas.
Por su parte, el portavoz del grupo insurgente, Zabihulá Muyahid, ha resaltado que los ataques se saldaron con la muerte de 18 miembros de las fuerzas de seguridad, según ha recogido la agencia afgana de noticias Pajhwok.
Por otra parte, al menos seis supuestos talibán han muerto en un bombardeo de un dron estadounidense en la provincia de Laghman (este), tal y como ha desvelado el 201º Cuerpo Silab del Ejército en el Este.
En su comunicado, recogido por la agencia local de noticias Jaama Press, ha subrayado que entre las víctimas mortales figura un comandante de los talibán conocido como Alá Yar. Los insurgentes no se han pronunciado sobre estas informaciones.
Los talibán rechazaron a mediados de abril el llamamiento de Ghani para que el grupo participe en las próximas elecciones parlamentarias y locales y pidieron boicotear los comicios. Días después, anunciaron el inicio de su 'ofensiva de primavera'.
Los insurgentes han rechazado las conversaciones con Kabul y han reclamado un diálogo previo con las autoridades estadounidenses, algo que ha arrancado recientemente con contactos entre ambas partes a través de la oficina política del grupo en Qatar.
Asimismo, está previsto que participen esta misma semana en un foro que ha organizado Rusia para tratar de avanzar hacia la paz en Afganistán, del que ya se han desmarcado los gobiernos afgano y estadounidense.
