Nasralá dice el papel de Hezbolá en el conflicto sirio evitó que el Estado Islámico llegara hasta Beirut

Actualizado: lunes, 6 julio 2015 21:53

MADRID, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha asegurado este jueves que la participación de su formación en el conflicto en Siria ha evitado que el grupo extremista suní Estado Islámico haya llegado hasta Beirut.

"Si no hubiéramos combatido en Qusair y Qalamun, el Estado Islámico --antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)-- hubiera llegado hasta Beirut y las regiones costeras", ha afirmado, según ha informado el diario libanés 'Al Ajbar'.

Nasralá ha agregado que hay grupos libaneses que "continúan apoyando a los grupos armados en Siria", al tiempo que ha dicho que estos apoyos "incluyen armas y consejos".

"El temor ante el peligro está creciendo y la gente aprueba más ahora nuestra lucha contra los 'takfiris' --en referencia a los extremistas suníes--. Allí donde hay apoyos a la ideología de los 'takfiris' hay apoyo a la presencia del Estado Islámico", ha remachado.

El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo al presidente, Bashar al Assad, y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.

Sin embargo, en los últimos meses ha participado junto a las fuerzas de seguridad sirias en varios combates contra grupos opositores armados. La intervención del grupo en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.

El Estado Islámico es una organización 'yihadista' nacida en Irak y relacionada --aunque no vinculada-- con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.

El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.

Desde entonces, ha lanzado numerosas campañas de venganza contra la comunidad chií y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a decenas de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.

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