KATMANDU, 11 Abr. (EP/AP) -
La Policía nepalí disparó balas de goma y golpeó con palos a los manifestantes concentrados en Katmandú para exigir democracia, dejando más de un centenar de heridos, según informaron testigos presenciales.
Los enfrentamientos se produjeron después de varios días de violencia creciente entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que exigen la abdicación del rey Gyanendra.
Unas cuantas horas después, la Policía disparó a un grupo de manifestantes que lanzaba piedras en el balneario de Pokhara, hiriendo a dos personas, explicó un funcionario.
Una pequeña clínica cercana al lugar del enfrentamiento en Katmandú ofreció tratamiento a 130 manifestantes heridos, señaló un empleado de la clínica, Keshar Karki.
Las heridas van desde ligeros cortes hasta un hombre con una profunda herida a causa de una bala de goma y contusiones en la cabeza por golpes a palos. Cuatro de los lesionados se encontraban en estado grave, agregó Karki.
El monarca ha respondido imponiendo un toque de queda durante el día en Katmandú y otros dos pueblos donde se han centrado las protestas.
La violencia estalló en un vecindario adyacente a la ciudad, donde los manifestantes marcharon hasta una fila de policías desde un área donde no había toque de queda. Cuando los manifestantes se negaron a abandonar el lugar, la Policía golpeó a la gente y después le disparó, denunció Poshraj Adhikari, del grupo de Derechos Humanos INSEC-Nepal.
Un médico estadounidense, Brian Cobb, que instaló una pequeña clínica para tratar a los heridos en las protestas, anotó que la Policía había entrado en la precaria clínica y atacado a sus pacientes. "La Policía allanó el lugar y echó a la gente al suelo y comenzó a golpearlos", dijo Cobb.
El Gobierno explicó que estaba investigando los enfrentamientos, pero insistió en que las fuerzas de seguridad habían sido objeto de disparos. "Hubo disparos a las fuerzas de seguridad desde la parte donde estaban los manifestantes", declaró a la prensa el ministro de Información, Shrish Sumshere Rana.
El Gobierno también anunció que allanaría viviendas de Katmandú en busca de terroristas que, según dijo, se han infiltrado en las protestas prodemocráticas.
