PARÍS, 8 Abr. (Reuters/EP) -
Este domingo se ha vivido una nueva jornada de paro en el sector ferroviario contra las reformas del presidente Emmanuel Macron y se han agudizado los enfrentamientos verbales entre el Gobierno y los huelguistas.
La semana pasada los trabajadores de ferrocarriles comenzaron tres meses de huelgas rotativas nacionales contra la reforma de la estatal SNCF prevista por el Gobierno, que se reafirma en los aspectos fundamentales de la reforma a pesar de la contestación. La propuesta de Macron termina con la estabilidad laboral vitalicia para los trabajadores del sector.
"La situación actual no es viable", ha argumentado el primer ministro, Edouard Philippe, en una entrevista publicada el domingo en el diario 'Le Parisien'. "Es urgente, tenemos que avanzar, y todos deberían saber que estamos determinados a lograrlo hasta el final", ha añadido.
Desde el sindicato CGT han advertido de que las huelgas podrían seguir más allá de la fecha prevista de junio si no hay cambios y han destacado la disposición de los trabajadores a una "maratón".
La compañía SNCF había proyectado que solo pararía un tercio de los trabajadores necesarios para hacer que la red de ferrocarriles funcione adecuadamente, una caída en la participación comparado con las últimas 48 horas de paro, el martes y el miércoles.
La huelga sigue el lunes en el marco de los paros convocados dos de cada cinco días hasta que termine de junio. La medida está afectando a las personas que van en tren a sus puestos de trabajo y a los que salen de vacaciones en el inicio de las vacaciones escolares de media temporada en Francia.
Macron llegó al poder en mayo pasado con la promesa de renovar a la segunda mayor economía europea, en un intento por modernizar algunas de las antiguas instituciones francesas y alentar la creación de empleo. Sin embargo, las propuestas en el ámbito laboral han sido las que más contestación han generado.
