ESTORIL (PORTUGAL), 30 Nov. (EUROPA PRESS/ Leyre Guijo) -
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió este lunes de que 39 millones de iberoamericanos podrían caer nuevamente en la pobreza como consecuencia de la crisis económica y reclamó a los gobiernos de estos países que conviertan en "aliados estratégicos" a los más de 20 millones de migrantes que hay repartidos por el mundo.
Según el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, que presentó en Estoril (Portugal) con motivo de la XIX Cumbre Iberoamericana, las 'Perspectivas Económicas América Latina 2010', el PIB de la región se contraerá entre un 1,5 y un 1,9% este año y, aunque se perciben "algunos signos alentadores que apuntan hacia una recuperación anticipada del crecimiento en la región, el repunte será más bien moderado el año próximo".
Como consecuencia de la crisis, subrayó, según datos de la CEPAL y la OIT, "la tasa de desempleo probablemente alcanzará el 8,5% de la población económicamente activa en 2009" y "la pobreza está volviendo a crecer". "La pobreza en América Latina podría crecer 7 puntos porcentuales para finales de 2010", lo que significaría, según Gurría, que "aproximadamente 39 millones de personas volverían a caer por debajo de los umbrales de la pobreza", que se sumarían a los 189 actuales.
Así pues, 2010 "será crítico" para el continente, previno Gurría, subrayando que "las decisiones que se tomen en esta fase serán cruciales para determinar el futuro de estos países". La crisis, en su opinión, "ha abierto una ventana extraordinaria de oportunidades para promover las reformas necesarias para resolver los desafíos aún pendientes".
Por ello, los gobiernos "tienen que conducir sus planes de recuperación hacia el refuerzo de los programas de reducción de la pobreza, pero también tienen que tener en cuenta los desafíos a largo plazo en campos como la educación, la innovación, la competencia, la gobernanza corporativa, infraestructuras, energías renovables y estado de derecho", señaló.
Según Gurría, la región se enfrenta a "tres desafíos" en los próximos años: "la consolidación de la apertura económica, la vigilancia de la sustentabilidad fiscal, y el fortalecimiento de los apoyos a los migrantes para convertirlos en aliados estratégicos del desarrollo".
INMIGRACIÓN Y REMESAS
Precisamente, la migración internacional y las remesas son el tema central del informe de este año de la OCDE, en el que se insta a los países de origen y destino a trabajar juntos para disminuir el desempleo y promover el desarrollo.
En este sentido, hace una serie de recomendaciones a los gobiernos iberoamericanos. En primer lugar, la OCDE pide que se apoye la "migración legal de trabajadores de acuerdo con sus habilidades" para hacer frente a "la demanda laboral existente".
Asimismo, reclama que se extienda la protección social a los migrantes latinoamericanos puesto que en la actualidad sólo el 15% de ellos "están cubiertos por acuerdos de seguridad social entre los países de origen y de destino".
Por otra parte, considera necesario que se impulsen los beneficios de las remesas para promover el desarrollo económico. Para ello, reclama que se desarrollen marcos que provean los incentivos adecuados para que los migrantes envíen remesas a través de canales formales, y que se disminuya el coste del envío de remesas.
Respecto a esta cuestión, la OCDE resalta que si se redujera el coste de las transferencias un 1 por ciento se podría aumentar aproximadamente en 800 millones de dólares (533 millones de euros) la cantidad de remesas que reciben las familias de los inmigrantes. Para que esto sea posible, sugiere una mayor competencia que podría venir dada por una mayor generalización de los pagos y transferencias a través de la telefonía móvil.
POSICIÓN DE ESPAÑA
En este sentido, la secretaria de Estado de Cooperación española, Soraya Rodríguez, resaltó que las remesas suponen para muchos países el 10 por ciento de su PIB, algo que en el caso de Haití asciende hasta el 33 por ciento, por lo que es "fundamental" el reducir el coste de su envío. Según ella, "no es posible que sea más barata" cualquier transacción financiera que la que hacen "los pobres que tienen que alimentar a sus familias en sus países de origen".
Por otra parte, defendió la "visión integral" con la que aborda el Gobierno español el problema de la inmigración, que dijo, en la que muchos casos no es una elección sino que obedece a una "falta de oportunidades económicas y educativas o de falta de libertad". Por eso, defendió que hay que acompañar a estas personas desde antes de que decidan emigrar, durante este proceso y en los casos en que quieren regresar a sus países.
La secretaria de Estado subrayó que América Latina cuenta con los "recursos naturales", con un "desarrollo económico, comercial y financiero muy importante, tienen una gran estabilidad política" como para poder ocupar "un nuevo puesto" en el orden internacional en el siglo XXI.
Para ello tiene que afrontar el problema de la "pobreza y la exclusión" con políticas educativas y de protección social, puesto que no tiene sentido que la región produzca "tres veces más alimentos de los que necesitaría para alimentar a su población y sin embargo uno de cada tres niños esté desnutrido".
