ONU.- El año 2007 fue uno de los más sangrientos para el personal de la ONU, con 42 muertos en acto de servicio

Actualizado: jueves, 3 enero 2008 11:59

NUEVA YORK, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

Al menos 42 empleados de la ONU murieron en acto de servicio a lo largo del año pasado, incluidos los 17 fallecidos en el atentado del 11 de diciembre en Argel, lo que convierte a 2007 en uno de los años más sangrientos para la organización, según informó hoy el sindicato de trabajadores de Naciones Unidas.

"Ante el dolor por nuestros compañeros y por otros civiles muertos, no podemos sino expresar la necesidad de prevención y castigo" ante este tipo de hechos, declaró el presidente del sindicato, Stephen Kisambura, citado por el centro de noticias de la ONU.

Kisambura instó a los Estados miembros de la ONU a aumentar los esfuerzos de prevención y a llevar ante la justicia a los autores de estos "actos odiosos". "Muy raramente se persigue a los perpetradores, perpetuando con ello el clima de impunidad", declaró.

En los diversos conflictos que hay en el mundo, que van desde los atentados con bomba en el sur de Líbano a los ataques armados en Afganistán, a lo largo de 2007 han muerto al menos nueve 'cascos azules' y 33 trabajadores civiles de la ONU, según las cifras del Comité de Seguridad e Independencia del Servicio Internacional Civil del sindicato de la ONU. Este balance supone un incremento desde los 15 fallecidos de 2005 y los 32 de 2006.

El caso más grave fue el atentado de Argel, que causó la muerte de 17 trabajadores de la ONU y tras el cual el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, prometió al personal de la organización que no escatimaría esfuerzos para garantizar su seguridad y ordenó una revisión inmediata de las medidas de protección de la ONU.

Seis empleados de la ONU murieron este año en Sudán --tres en Darfur, oeste, y uno en la región de Sur de Sudán--, cuatro de los cuales trabajaban como conductores para el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Los otros dos eran miembros de la misión de paz.

El pasado 24 de junio, una bomba causó la muerte de seis soldados españoles de la Misión Interina de la ONU en el sur de Líbano (FINUL) y un mes más tarde un efectivo francés de la FINUL pereció mientras desactivaba un explosivo de la guerra del verano de 2006 entre Israel y Hezbolá.

En Afganistán, una bomba por control remoto causó la muerte, el 17 de abril, de un conductor afgano y cuatro contratistas nepalíes que trabajaban para la Oficina de la ONU para Proyectos de Servicios (UNOPS). El 2 de diciembre, un conductor del PMA fue asesinado por un grupo armado en la carretera entre Kandahar y Helmand (sur) mientras participaba en la distribución de 14 toneladas de galletas de alto valor energético.