NUEVA YORK, 15 Mar. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó hoy la creación de un Consejo de Derechos Humanos con el apoyo de 170 países miembros, frente a la oposición de Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall, y la abstención de Irán, Bielorrusia y Venezuela.
El Consejo de Derechos Humanos reemplazará a la Comisión, contará con 47 miembros elegidos por mayoría simple, sirviendo por un período de tres años y no podrán ser reelegidos inmediatamente después de haber ocupado el puesto por dos años consecutivos. En el caso de que algún país del Consejo cometa alguna violación podrá ser suspendido por votación de una mayoría de dos tercios de sus miembros.
El texto de esta resolución fue negociado durante cinco meses por el presidente de la Asamblea General, Jan Eliasson, quien señaló antes de la votación que era el resultado del esfuerzo intelectual y de las aspiraciones generales, plasmadas en la Asamblea General. "Ningún estado logró todo lo que pretendía", admitió, pero "la resolución es producto de un compromiso".
Eliasson afirmó que "ninguna de sus partes se puede sumar o sustraer por sí sola sin perjudicar el equilibrio, fuerza y viabilidad" de la totalidad. "Este es un proyecto de resolución cuya suma es mejor que sus partes", explicó el presidente de la Asamblea General.
Por otra parte, al explicar su voto en contra, el representante de Estados Unidos, John Bolton, expresó escepticismo sobre el futuro Consejo de Derechos Humanos, asegurando que no confiaba en dicho texto y lamentando que el mismo no representaría ninguna diferencia con la actual Comisión. No obstante, se comprometió a cooperar con otros estados miembros para fortalecerlo y hacerlo todo lo eficaz posible.
Para Bolton, el texto "no supone una mejora suficiente" y pone en peligro la futura "credibilidad" del mismo. Entre dichas faltas el embajador estadounidense subrayó la falta de un apoyo de dos tercios de la cámara para la elección de los integrantes del Consejo y la falta de una cláusula específica que impida la participación en el mismo de países con historial de violación de estos derechos.
Cuba, por su parte, criticó el texto de la resolución, pero la votó a favor en aras de la unidad, mientras que Venezuela expresó numerosas objeciones, pero su representante explicó que su abstención respondía no a su voluntad de no votar en contra sino para no quedar en la minoría integrada por Estados Unidos.
