GINEBRA, 26 Abr. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas está preparando una importante operación de ayuda con el objetivo de atender al menos a un millón de sirios dentro de un programa, denominado Plan de Respuesta a Siria, que representa la parte central de una solicitud de 180 millones de dólares presentada a los países donantes el pasado viernes, en conversaciones a puerta cerrada sostenidas en Ginebra.
El plan confidencial, basado en una evaluación efectuada entre el 18 y el 26 de marzo por la ONU en conjunto con altos cargos sirios, fue obtenida por Reuters este jueves.
Según el informe, al menos un millón de sirios necesitan ayuda humanitaria en las diez provincias visitadas, y la mayoría de ellos se quejó de escasez de medicamentos esenciales y aumento de precios de los alimentos, señala el informe.
Además, refiere que la infraestructura de Siria ha sufrido graves daños durante más de un año de conflicto, que el suministro de agua y de electricidad ha sido interrumpido y que muchas familias no pueden satisfacer sus necesidades básicas diarias.
"Los trabajos y medios de vida se han visto perturbados, el coste de los bienes ha aumentado y muchos ya no pueden satisfacer sus necesidades básicas diarias ni acceder a los servicios sociales esenciales, debido a la inseguridad y a la tensión financiera", añade el documento.
El plan de seis meses presenta 46 proyectos en once sectores, entre ellos alimentos, salud, vivienda, agua y saneamiento. Sin embargo, advierte de que las autoridades sirias aún deben aprobar el programa, el visado de los trabajadores humanitarios de la ONU y los despachos en las aduanas. El personal necesitará, además, seguridad, incluyendo vehículos blindados.
Más de 9.000 personas han muerto en la sublevación contra el presidente Bashar al Assad, quien se encuentra bajo presión internacional para que respete un alto el fuego respaldado por la ONU y que entró en vigor el 12 de abril. Sin embargo, la violencia persiste, y este jueves, Siria ha culpado a "terroristas" fabricantes de bombas de una explosión que dañó un edificio y mató a 16 personas en la ciudad de Hama, donde la hostilidad contra el mandatario es muy fuerte.
CRISIS SANITARIA
El documento resalta que el número de víctimas ha generado "demandas sin precedentes en el sistema de salud en Siria", donde muchas instalaciones "han sufrido daños durante las hostilidades armadas y la cadena de suministro de medicamentos se ha visto afectada de manera significativa".
El 90 por ciento de los medicamentos que se utilizan a nivel local antes era fabricado en el país, pero la escasez de combustible y los altos precios de las materias primas han afectado a la producción, por lo que la misión evidenció escasez de medicamentos esenciales "en casi todas las provincias visitadas".
El plan de la ONU contempla la reparación de las instalaciones esenciales de salud, la instalación de equipos médicos móviles y el suministro de medicamentos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y respiratorias y diabetes.
Además, prevén apoyo psicológico y social, así como educación para los menores. "En todas las zonas visitadas por la misión de evaluación, los niños mostraron signos de estrés y trauma", indica el documento.
Asimismo, el informe destaca que muchas personas que han huido de los combates ya no tienen acceso a alimentos subsidiados, mientras los precios de los alimentos han aumentado entre un 30 y un 60 por ciento en la mayoría de los lugares y hasta en un 80 por ciento en Hama. A esta situación se añade la pérdida de puestos de trabajo y de las remesas de familiares.
El documento también sostiene que los agricultores y pastores, cuyos ingresos se han reducido en más del 90 por ciento en algunos lugares, necesitan ayuda de emergencia, ya que también afrontan una sequía que ya suma cuatro años.
Naciones Unidas ha sido en gran medida excluida de Siria, pero ha podido distribuir alimentos y otros suministros a través de la Media Luna Roja Árabe Siria, cuya capacidad ha sido "significativamente sobrecargada".
La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, recibió la autorización para que el organismo visitara las ciudades sitiadas, después de un viaje a Siria a mediados de marzo.
La evaluación, llevada a cabo con la Organización para la Cooperación Islámica, cubrió las provincias de Alepo e Idlib en el norte, Hama y Homs en el centro, Deraa en el sur y Deir al Zor, en el este, pero no incluyó cuatro provincias, entre ellas Damasco, ni evaluó las necesidades de los cerca de 600.000 refugiados, principalmente iraquíes y palestinos, ni de los trabajadores inmigrantes que viven en Siria.
