MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La relatora de Naciones Unidas para la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Yanghee Lee, ha pedido este martes a Bangladesh que suspenda el inminente proceso de repatriación de rohingyas por considerar que corren el peligro de sufrir la misma "violencia horrible" que les obligó a abandonar el país.
"No he visto ninguna prueba por parte del Gobierno de Birmania de que haya adoptado medidas concretas para generar un ambiente en el que los rohingyas puedan volver a sus lugares de origen y vivir allí de forma segura, con sus derechos fundamentales garantizados", ha dicho Lee en un comunicado.
Lee ha recordado que los rohingyas "no solo se enfrentaron a una violencia horrible por parte de las fuerzas de seguridad en 2016 y 2017, sin que haya habido rendición de cuentes, sino que han sido sujetos durante décadas de una discriminación y persecución sistemática en Birmania".
Así, ha explicado que, aunque Birmania ha preparado la zona para el regreso de los rohingyas, no es suficiente. "Vivir de forma digna y segura implica el derecho a la ciudadanía, libertad de movimiento y acceso a servicios de sanidad, educación y vivienda", ha enunciado.
Lee ha advertido a Bangladesh de que, si sigue adelante con el proceso de repatriación, cuyo inicio está previsto para mediados de noviembre, teniendo en cuenta "el alto riesgo de persecución" que persiste contra los rohingyas, "podría violar sus obligaciones bajo el Derecho Internacional".
Por ello, ha instado a ambos gobiernos a "suspender los planes de repatriación para garantizar la protección a los refugiados rohingyas y adherirse a sus obligaciones internacionales asegurándose de que cualquier retorno se haga de forma segura, digna y voluntaria".
Cerca de un millón de rohingyas huyeron a Bangladesh a raíz de la campaña militar lanzada por el Gobierno birmano en el estado de Rajine en respuesta a unos ataques de insurgentes rohingyas realizados en agosto de 2017. Naciones Unidas ha alertado de que podría tratarse de una "limpieza étnica".
Los rohingyas son una minoría étnica de fe musulmana que habita de forma mayoritaria en Rajine. Birmania les considera descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh, por lo que no les reconoce como ciudadanos y, en consecuencia, carecen de derechos básicos en el país.
