BRATISLAVA, 21 Nov. (Reuters/EP) -
Los partidos opositores de Eslovaquia han zanjado sin acuerdo sus esfuerzos para crear una "coalición de cambio" de cara a las elecciones generales que se celebrarán en el país europeo en febrero de 2020.
La falta de acuerdo complica el objetivo opositor de sacar del poder al gobierno de coalición que encabeza el socialdemócrata Smer, que ha encabezado la política nacional durante la última década.
El Smer ha perdido apoyos desde el asesinato en 2018 del periodista de investigación Jan Kuciak y su prometida, un suceso que desencadenó protestas masivas y provocó la dimisión del primer ministro, Robert Fico.
Las investigaciones posteriores han revelado amplias redes de corrupción que implican a todos los gobiernos eslovacos del siglo actual.
Pese a ello, la coalición logró superar la crisis de la mano de Peter Pellegrini, elegido por Fico para sucederle, y el partido sigue siendo favorito de cara a los próximos comicios.
Los sondeos ponen a tres partidos opositores por encima del mínimo del cinco por ciento para lograr representación, por lo que una coalición era vista como una vía de fortalecer su posición en el Parlamento.
Sin embargo, el expresidente y líder del centrista Por el Pueblo, Andrej Kiska, ha anunciado que las conversaciones han fracasado. "Las coaliciones tienen sentido sólo si el apoyo a las mismas será mayor que el apoyo combinado a los partidos por separado", ha señalado.
El liberal Eslovaquia Progresista/Juntos, segundo en los sondeos de opinión, se ha mostrado decepcionado por la decisión de Kiska, al que consideran un socio natural de cara a las elecciones, previstas para el 29 de febrero.
La oposición ha descartado cooperar con Smer o sus socios de coalición, mientras que todos los partidos han rechazado unirse con el ultraderechista Partido del Pueblo-Nuestra Eslovaquia, actualmente entre el tercer y el cuarto puesto en los sondeos.
Eslovaquia forma parte del Grupo de Visegrado --junto a Hungría, Polonia y República Checa--, aunque en su caso la presencia de los socialdemócratas en el poder le ha mantenido en un rumbo más europeísta que el de los otros tres socios.
