RIAD, 6 Ene. (Reuters/EP) -
El negociador jefe de la oposición siria, Nasr Hariri, ha pedido este domingo a la comunidad internacional que no se reconcilie con el Gobierno de Bashar al Assad, a pesar de que la guerra civil parece haber entrado en la recta final con una clara victoria del presidente sirio.
Hariri ha reaccionado así a la decisión de algunos países de reconstruir los lazos con Al Assad. Emiratos Árabes Unidos, que ha apoyado a la oposición durante el conflicto armado, ha reabierto esta semana su Embajada en Damasco.
Los países árabes estarían intentando reforzar su posición en Siria a expensas de potencias no árabes de la región, como Turquía e Irán, que han sido decisivas en el conflicto armado.
"No tenemos poder para frenar esta reconciliación", ha reconocido Hariri en declaraciones a la prensa desde Riad. "Pero aún es posible (que estos países) revisen sus decisiones y se den cuenta de que la verdadera relación debe ser con los hermanos del pueblo sirio, no con el régimen", ha indicado.
El líder opositor ha recordado a los gobiernos extranjeros que "Al Assad seguirá siendo un criminal de guerra aunque miles de líderes internacionales le den la mano".
La vuelta del Gobierno de Al Assad a la comunidad internacional se consolidaría con la readmisión de Siria como país miembro de la Liga Árabe.
"No creemos que sea un paso sensato", ha respondido Hariri, preguntado sobre esta posibilidad. "Pensamos que es una decisión que no favorecería al proceso político", ha desarrollado.
Naciones Unidas auspicia un proceso de diálogo entre las partes y sus aliados para buscar una solución política a las hostilidades. El objetivo es redactar una nueva Constitución que permita celebrar elecciones democráticas.
Al Assad no ha dejado de cosechar victorias militares en los últimos años, gracias al apoyo militar de Rusia, Irán y Hezbolá. Solo se le resiste el cinturón norte, donde se concentran los grupos armados kurdos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un repliegue de las tropas en Siria, que espera que sean sustituidas en sus esfuerzos antiterroristas por Turquía, que tiene a los kurdos entre sus objetivos.
