O.Próximo.- Un alcalde israelí y otro palestino llegan a un acuerdo de cooperación entre sus poblados

Actualizado: jueves, 19 julio 2007 21:52

JERUSALÉN, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los alcaldes de los poblados Baqa al Gharbiya (Baqa del Oeste) y Baqa a Sharqiya (Baqa del Este), localizados cada uno en un lado de la línea verde que divide a Israel de Cisjordania, uno israelí y otro palestino, firmaron hoy un acuerdo de cooperación en materia de agua, gestión de desperdicios y conservación, a pesar de la división política que existe entre ellos.

"Compartir aire y agua requiere de la cooperación entre los dos lados", dijo el alcalde palestino de Baqa a Sharqiya, Moayed Husein. El agua potable en la localidad de 4.500 personas está muy contaminada debido al vertido de desperdicios sólidos en el río Wadi Abu Naar que corre entre los dos poblados, así como por la falta de un sistema de aguas residuales y una planta de tratamiento de aguas.

"La principal fuente de riesgo de la salud a la que se enfrenta la población es su agua potable", dijo Yousef Sadeq, experto en salud y medio ambiente de la ONG británica Amigos de la Tierra (FOE por sus siglas en inglés). "Los niños se enferman por el agua. A veces aparecen síntomas como diarrea y vómitos", explicó Sadeq añadiendo que estaba preocupado por el surgimiento de disentería y otras enfermedades por el mal estado del agua.

El alcalde israelí de Baqa al Gharbiya, Yitzhak Wald, aceptó que la aldea vecina se conecte al sistema de aguas residuales de su localidad, así como a su planta de tratamiento de aguas, con el fin de evitar los riegos que conlleva el agua contaminada.

Esta iniciativa se enmarca en el proyecto Buenos Vecinos de Agua, financiado por la Comisión Europea y gestionado por FOE en Oriente Próximo. "Los alcaldes están actuando para prevenir riesgos de salud y la extensión de enfermedades", dijo Gideon Bromberg de FOE. Sin embargo, los poblados aún necesitan más financiación para conectar los sistemas por completo. Husein dijo que le gustaría pagar por la conexión, pero que su aldea ha sufrido pérdidas económicas desde el último brote de violencia en 2000. "Las personas solían trabajar en Israel y ahora ya no pueden", añadió.