JERUSALÉN, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Jerusalén perderá su mayoría judía en 2035, año en que los árabes habrán alcanzado la paridad, según anticipó ayer el director general del Instituto de Estudios israelíes, Israel Kimchi, en un discurso especial ante la Knesset (Parlamento).
Durante un debate en honor al Día de Jerusalén, Kimchi destacó que "la ciudad está unida" pese al muro que separa la parte oeste de la este. En este sentido, destacó que los barrios de la zona oriental, donde vive mayoritariamente la población árabe, son accesibles y de hecho miles de residentes de una y otra parte desplazan diariamente para trabajar o acudir al médico.
Sin embargo, el vicepresidente de la Knesset, Ahmedi Tibi, miembro del partido árabe-israelí Lista Árabe Unida, no lo ve así. A su juicio, "si exista tal unión, es forzada, mantenida por las fuerzas de seguridad instaladas allí y por la ley de anexión de Jerusalén Este, que no ha sido reconocida por la comunidad internacional", según el diario 'Haaretz'.
"Jerusalén está dividida por un muro de separación y los residentes de la zona este no tienen libertad de religión, porque cada viernes no pueden acudir a rezar a la Mezquita Al Aqsa", lamentó. Además, Tibi comparó la forma en que los hebreos construyen nuevos asentamientos en la zona árabe mientras a la inversa no se da la misma permisividad.
Por su parte, el miembro del Kadima Yisrael Hasson aseveró que no habrá solución en Jerusalén sin el consenso, ya que "cualquier intento de dividir no llegará a ninguna parte".
Asimismo, el parlamentario del Likud Zeev Elkin apuntó que "Jerusalén unido es un hecho consumado". "Debemos dar a los residentes de Jerusalén Este permisos de construcción, pero por otra parte debemos reforzar las leyes contra la construcción ilegal y demoler los edificios levantados sin permisos", agregó.
