Rosa Otunbayeva, Gobierno Kirguistán
REUTERS
Actualizado: domingo, 27 junio 2010 10:50


MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

La dirigente en funciones de Kirguistán, Rosa Otunbayeva, ya ha votado en el plebiscito constitucional que se celebra este domingo en Kirguistán, considerado como el primer paso para la construcción de la primera democracia parlamentaria del centro de Asia, y que se celebra tras uno de los mayores brotes de violencia registrados en décadas en la ex república soviética. El referéndum, para Otunbayeva, supone una expresión "de unidad" en tiempos de crisis.

"Nuestro país está al borde de un gran peligro", declaró Otunbayeva, antigua embajadora del país en Reino Unido y Estados Unidos. "Pero el resultado de este referéndum demostrarán que el país y el pueblo son uno, y resistirán por sí mismos, y saldrán adelante", aseguró en declaraciones recogidas por Reuters tras depositar su papeleta en el colegio electoral instalado en la universidad estatal de Osh, el foco de los enfrentamientos entre etnias kirguís y uzbeca en el sur del país que dejaron más de 275 muertos la semana pasada, una cifra que, según algunas estimaciones, podría ser hasta diez veces mayor.

La comisión central electoral ha indicado que un 5,4 por ciento de la población había depositado su voto a la hora de abrir los colegios para celebrar el referéndum, en el que se pregunta a los kirguises si desean modificar la Constitución para incrementar los poderes del primer ministro en detrimento del presidente, habida cuenta de los graves disturbios del pasado mes de abril que desembocaron en el derrocamiento del presidente Kurmanbek Bakiyev y la instauración del gobierno provisional dirigido por Otunbayeva.

La seguridad en el sur del país sigue siendo "extremadamente tensa e impredecible", según estima la ONG pro Derechos Humanos, Human Rights Watch, dado que las dos etnias enfrentadas parecen haberse atrincherado en zonas homogéneas". El control del Gobierno sobre la región sigue siendo extremadamente precario.

RETORNO FORZADO

Amnistía Internacional ha instado a las autoridades uzbecas a que dejen de obligar a los refugiados a que regresen a su país porque el sur de Kirguistán sigue siendo una zona enormemente inestable, a pesar de que Otunbayeba garantiza el bienestar de los desplazados. La minoría uzbeca desplazada "no confía en las fuerzas de seguridad kirguisas, que demostrado ser incapaces de protegerles", según el comunicado remitido por la ONG. Más de 1.800 edificios de Osh "se encuentran totalmente destruidos", según revelan las imágenes por satélite recogidas por el Instituto de Naciones Unidas para la Investigación y el Desarrollo.

Pero según denuncia AI, gran parte de los refugiados han sido obligados a subir a varios autobuses para regresar a su país. "Muchos de nosotros no queremos volver porque tememos por nuestras vidas, pero no tenemos elección", explica un refugiado uzbeco a AI, cuya directora adjunta para Europa y Asia Central, Andrea Huber, "insta al Gobierno uzbeco a que no obligue o persuada a los refugiados a que regresen a sus hogares".

"El Gobierno interino kirguís parece estar animando a los refugiados a regresar para que procedan con su referéndum previsto en la constitución de mañana domingo", estima Huber. "Las autoridades no deberían poner en peligro las vidas de miles de personas a costa de conveniencias políticas", añadió.

Naciones Unidas comparte la misma preocupación. Todo aquél desplazado que regrese a Kirguistán, "debe hacerlo de manera informada y bajo condiciones de seguridad, voluntariedad y sostenibilidad", según indicó en un comunicado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

REFERÉNDUM INEVITABLE

Otunbayeva ha reconocido los riesgos existentes a la hora de celebrar un plebiscito tan próximo a estos incidentes violentos. A su entender, el voto debe dar legitimidad a su Gobierno interino y cimentar el camino hacia la consolidación de la democracia en la ex república soviética.

"Entendemos muy bien los riesgos y dificultades de celebrar un referéndum en una zona de emergencia", declaró Otunbayeva esta semana en un discurso televisado, en el que advirtió de que "ciertas fuerzas están intentando descarrilar el plebiscito", en un momento "difícil y dramático". Con todo, asegura que "la adopción de una nueva constitución en Kirguistán significará el triunfo del pueblo sobre el autoritarismo y la inmoralidad y sentará las bases para la lucha contra la corrupción, la ilegalidad y la arbitrariedad judicial".

A tal efecto, la presidenta del Gobierno de transición ha prometido que "el toque de queda que todavía está en vigor será cancelado en todos los territorios donde se haya declarado el estado de emergencia".

(EUROPA PRESS INTERNACIONAL)

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