El país espera cerrar la crisis tras el golpe de estado en la segunda vuelta de las presidenciales

Actualizado: domingo, 18 mayo 2014 9:16

MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -

Los candidatos José Mário Vaz, del histórico partido PAIGC (Partido africano para la independencia de Guinea y Cabo Verde) y Nuno Nabiam, candidato independiente, se enfrentan este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Guinea Bissau, dos años después del golpe de estado militar que interrumpió las elecciones presidenciales del año 2012 de Guinea-Bissau, pocos días antes de la segunda vuelta.

Con la segunda vuelta de hoy, el país espera cerrar la crisis derivada el golpe, que paralizó casi por completo la economía del país y provocó el aplazamiento de estos comicios en numerosas ocasiones por falta de fondos.

Las elecciones fueron decretadas por primera vez tras el golpe de Estado militar de abril de 2012. Soldados a las órdenes del general Antonio Injai, jefe de las Fuerzas Armadas, derrocaron al presidente Raimundo Pereira y expulsaron del cargo al primer ministro Carlos Gomes Junior, a quien se daba como vencedor definitivo de los comicios.

Si algo se puede extraer de la alta participación (89,2%) en la primera vuelta, que coincidió con las elecciones parlamentarias del 13 de abril, fue una clara señal de deseo por la democracia. El Ejército no ha intervenido para alterar el proceso electoral, como muchos temían, y representantes de la comunidad internacional han visitado el país en los últimos días para demostrar que la situación de seguridad en el país está controlada.

Los candidatos están colaborando a ese ambiente de calma con mensajes de paz. Tanto Vaz, de 57 años, como Nabiam, de 51 años, han declarado su compromiso de respetar la voluntad de los votantes. "Aceptaré los resultados y seré el primero en felicitar a mi oponente", dijo el candidato del PAIGC.

ALERTA

El optimismo político contrasta con la dura situación humanitaria. Se calcula que la mitad de la población tuvo problemas para cubrir sus necesidades alimenticias durante 2013, debido a la caída de las ventas de anacardos, uno de sus principales recursos económicos. Además, numerosas organizaciones internacionales congelaron sus envíos de ayuda humanitaria a raíz del golpe de Estado.

De hecho, una evaluación e los productos alimenticios de Guinea Bissau realizada en 2013 por el Programa Mundial de Alimentos (PAM), la Organización de la ONU para la Agricultura y alimentación (FAO) y el Instituto Nacional de Estadística del país reveló que sólo el 7 por ciento de las familias disfrutaban de seguridad alimenticia.

Esta situación, junto a la profunda crisis política que atraviesa el país, ha llevado a que ningún presidente haya terminado su mandato desde que alcanzó la independencia. Los servicios públicos están colapsados, los trabajadores sanitarios y profesores han realizado numerosas huelgas mientras que el narcotráfico ha aumentado las luchas de poder.

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