MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Los países miembro han aprobado este miércoles la propuesta británica para ampliar los poderes de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) de modo que, además de determinar si se han producido ataques con arsenales tóxicos, pueda señalar a sus culpables.
"La OPAQ ha votado la propuesta de Reino Unido patrocinada por otros 30 estados", ha anunciado el embajador británico en la organización internacional, Peter Wilson, en Twitter. El emisario europeo ha destacado que la votación se ha resuelto por una "abrumadora mayoría" de 82 votos a favor y 24 en contra.
Según explicó el ministro de Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, en la sesión del martes, "en estos momentos los expertos de la OPAQ pueden decir dónde y cuándo se produjo un ataque, pero no quién fue el responsable". "Si realmente nos tomamos en serio la prohibición de las armas químicas, debemos llenar este vacío", instó.
El Foreign Office se ha apresurado a emitir un comunicado en el que celebra que "la comunidad internacional se haya unido para fortalecer la prohibición de uso de las armas químicas".
Estados Unidos y la Unión Europea avanzaron que apoyarían el borrador británico, si bien Rusia y sus aliados anticiparon igualmente que lo rechazarían. Para el representante ruso en La Haya, Georgy Kalamanov, es "un claro intento de manipular el mandato de la OPAQ".
Kalamanov ha reaccionado a la votación de este miércoles advirtiendo de que el futuro de la OPAQ está en juego. "Los países que han votado en contra están empezando a pensar cómo puede seguir existiendo y funcionar en el futuro", ha declarado a la prensa, según informa Reuters.
El embajador ruso en la OPAQ, Alexander Shulguin, ha anunciado "una respuesta sopesada, precisa, equilibrada y que tendrá en cuenta, ante todo, los intereses nacionales" de Rusia. Kalamanov ha indicado en este sentido que el Kremlin trabajará a partir de ahora para que "el mayor número posible de países miembro" apoye su propuesta de reforma.
EL CASO SIRIO
La iniciativa británica se produce después de que la OPAQ haya confirmado varios ataques químicos ocurridos en localidades sirias en los últimos años, si bien no ha podido determinar la autoría de los mismos, lo que ha frenado los esfuerzos internacionales para perseguir estos crímenes.
Los países occidentales han responsabilizado directamente al Gobierno de Bashar al Assad de usar armas químicas contra su propio pueblo, algo que tanto el régimen como sus socios internacionales, entre los que destaca Rusia, han negado, recordando que Siria accedió a la entrega y destrucción de sus arsenales tóxicos en 2013.
En respuesta a este bloqueo, entre 2012 y 2015 un equipo de expertos formado por la ONU y la OPAQ, el Mecanismo Conjunto de Investigación (JIM, por sus siglas en inglés), recibió el encargo de investigar los ataques químicos en Siria y determinar su autoría.
El JIM indicó que las tropas 'assadistas' habían usado gas sarín y bombas de cloro en varias ocasiones, mientras que los terroristas de Estado Islámico habían empleado gas mostaza. Sin embargo, el JIM desapareció el año pasado en medio de la parálisis del Consejo de Seguridad para actuar en base a estas conclusiones. Rusia usó su derecho a veto.
