ROMA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha anunciado este lunes que se ha visto obligado a suspender un programa con el que proporcionaba alimentos a más de 1,7 millones de refugiados sirios en los países vecinos, debido a una crisis de financiación.
Bajo este programa, los refugiados sirios en Jordania, Líbano, Turquía, Irak y Egipto han utilizado vales para comprar alimentos en las tiendas locales. Ahora, sin este servicio del PAM, muchas familias se enfrentarán a la malnutrición y al hambre.
De hecho, la agencia de la ONU ha advertido de que para los refugiados que ya están luchando para conseguir sobrevivir al invierno, las consecuencias de la detención de esta ayuda serán devastadoras.
"Una suspensión de la ayuda alimentaria del PAM pone en peligro la salud y seguridad de estos refugiados y aumenta potencialmente las tensiones, la inestabilidad y la inseguridad en los países de acogida", ha denunciado la directora ejecutiva del PAM, Ertharin Cousin, haciendo un llamamiento a los donantes. "La suspensión de la asistencia alimentaria del PAM será desastrosa para muchas familias que ya sufren", ha añadido.
FALTA DE FINANCIACIÓN
Según ha explicado, los refugiados sirios de los campamentos y asentamientos informales de toda la región no están bien preparados para otro duro invierno, especialmente en el Líbano y Jordania, donde muchos niños no tienen ni zapatos ni ropa adecuada. Además, las tiendas en las que sobreviven y las condiciones de higiene son cada vez más precarias.
Aun así, Cousin solo ha podido explicar que las operaciones de emergencia del PAM en Siria necesitan financiación de forma crítica y que muchos compromisos de los donantes siguen sin cumplirse. El PAM requiere un total de 64 millones de dólares de inmediato (unos 51 millones de euros) para apoyar a los refugiados sirios en los países vecinos durante el mes de diciembre.
Si un nuevo paquete de financiación llegase en diciembre, los trabajos y proyectos del PAM se reanudarían inmediatamente, según ha explicado. Desde el inicio de esta operación se había conseguido inyectar cerca de 800 millones de dólares (casi 642 millones de euros) en las economías de los países de acogida de refugiados en la frontera con Siria.
"Estamos muy preocupados por el impacto negativo que estos recortes tendrán sobre los refugiados, así como los países que los acogen. Estos países han asumido una pesada carga a lo largo de esta crisis", ha dicho el coordinador regional de emergencia para la crisis de Siria del PAM, Muhannad Hadi.
Desde que comenzara el conflicto sirio en 2011, la agencia de la ONU ha ayudado a alimentar a millones de personas desplazadas dentro de Siria y hasta 1,8 millones de refugiados en Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto.
