Un Peña Nieto en horas bajas celebra sus dos años al frente de México

Enrique Peña Nieto durante el aniversario de la Revolución Mexicana
HENRY ROMERO / REUTERS
Actualizado: jueves, 4 diciembre 2014 0:35

La desaparición de los 43 'normalistas' de Iguala marca el aniversario

MÉXICO DF, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, celebra este lunes su segundo aniversario al frente del país y lo hace en horas bajas golpeado duramente por el caso de la desaparición de los 43 'normalistas' de Iguala, un hecho todavía sin aclarar que ha eclipsado otros logros en estos dos primeros años de mandato.

Prueba de ello es que solo el 41 por ciento de los ciudadanos aprueba la gestión del gobernante, mientras que el 50 por ciento se muestra en contra, de acuerdo con un sondeo realizado por Buendía &Laredo y publicado este lunes en 'El Universal'.

Peña Nieto llevó de vuelta al Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Palacio de Los Pinos tras obtener el 38,1 por ciento de los votos en las elecciones de julio de 2012. Tras el primer año al frente del país, el nivel de aprobación era del 50 por ciento, mientras que el 37 por ciento no veía con buenos ojos su gestión, pero ahora las cifras se han dado la vuelta.

Según el sondeo, solo el 49 por ciento de los consultados han podido mencionar algo positivo realizado por el mandatario en este tiempo, mientras que el 67 por ciento han mencionado algo negativo. Entre los aspectos negativos mencionados, el 10 por ciento ha hecho alusión al caso de los 'normalistas'.

Así las cosas, el 54 por ciento de los mexicanos cree que el Gobierno de Peña Nieto está ahora mismo en su peor momento, frente al 22 por ciento que opina lo contrario. Además, el 52 por ciento de los consultados considera que México va por mal o muy mal camino, su nivel más alto en los últimos seis años.

Otro dato significativo del mal momento que atraviesa el mandatario es que casi la mitad de los consultados cree que el país está pero desde que él está en la Presidencia, frente al 30 por ciento que opina lo contrario y el 22 por ciento que no ve cambios en la situación respecto a su antecesor, Felipe Calderón.

En el plano más personal, solo el 36 por ciento considera que Peña Nieto es una persona en la que se puede confiar, lo que, según el diario, supone una caída de 23 puntos desde 2012 cuando era aún candidato presidencial. Además, solo el 14 por ciento le consideran capaz de resolver los problemas del país.

DOS AÑOS DE REFORMAS

Peña Nieto arrancó su mandato generando optimismo tras el importante Pacto por México alcanzado con los líderes de los tres principales partidos del país: Partido de Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero; Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, y el PRI, César Camacho.

El objetivo de dicho pacto era sacar adelante un paquete de reformas que Peña Nieto consideraba fundamentales para el país y para las que era necesario contar con el respaldo de la oposición. La primera de estas reformas fue la educativa, a la que siguió la reforma financiera y fiscal, esta última no muy bien acogida entre los empresarios, lo que ha enfriado la relación entre estos y el Gobierno.

A continuación se produjo la reforma de las telecomunicaciones, cuyo objetivo principal era impulsar la competencia en este sector lo que golpeó particularmente al magnate Carlos Slim y a Emilio Azcárraga, propietario del grupo Televisa.

A esta le siguió la reforma política que entre otros prevé la reelección de diputados y senadores hasta doce años, así como de los alcaldes y diputados locales y la creación de una Fiscalía General en sustitución de la Procuraduría General de la República (PGR), entre otros.

Pero sin duda la reforma estrella de lo que va de sexenio ha sido la energética, que ha roto con el monopolio que Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tenían en la materia. A partir de ahora, empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras, podrán invertir en México en la exploración y explotación de hidrocarburos (petróleo, gas y sus derivados) poniendo fin al monopolio que tenía el estado desde 1938.

Sin embargo, pese a la buena acogida que las reformas, sobre todo las económicas han tenido a nivel internacional sus efectos no parecen notarse aún en el país ya que para finales de este año se espera que el crecimiento sea del 2,6 por ciento, lejos del 3,4 por ciento que se preveía a principios de año.

LA SEGURIDAD

La seguridad es siempre otro de los temas clave en México. También en este terreno ha habido luces y sombras. Así, Peña Nieto puede presumir de que durante este año se ha detenido a tres de los principales capos del narcotráfico en el país, incluido el hombre más buscado del mundo, Joaquín 'el Chapo' Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa; Héctor Beltrán Leyva, líder del cártel que lleva su nombre, y Vicente Carrillo Fuentes, el líder del cártel de Juárez.

Frente a estos logros, el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) denunció recientemente que la cifra de secuestros ha aumentado en el país desde que Peña Nieto está en Los Pinos. Tampoco parecen haberse reducido el número de homicidios y han aumentado los casos de extorsión.

Además, el presidente se ha visto golpeado por dos grandes escándalos. El primero de ellos se produjo el pasado 30 de junio cuando 22 civiles murieron en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México, a manos de soldados tras un enfrentamiento armado. Quince de los fallecidos, presuntos delincuentes, fueron ejecutados por siete militares, cuyo juicio comenzó el mes pasado.

CASO IGUALA

Pero sin duda, el acontecimiento que más ha marcado a Peña Nieto en sus dos años --y que lo seguirá haciendo en los próximos meses-- ha sido la desaparición de los 43 'normalistas' el 26 de septiembre pasado en Iguala, en el estado de Guerrero. Solo con el paso de los días se ha conseguido conocer qué ocurrió con los jóvenes, quienes fueron detenidos a la llegada al municipio por policías de Iguala, apoyados por agentes de Cocula, por orden del alcalde --quien está imputado junto a su mujer--, tras un enfrentamiento en el que hubo seis muertos y 25 heridos.

A continuación, los que no consiguieron huir fueron trasladados en varios furgones policiales a los límites entre Iguala y Cocula y entregados a Guerreros Unidos, un grupo armado criminal. Por lo poco que se ha podido saber, éstos les ejecutaron y quemaron sus cadáveres en una enorme pira, tras lo cual metieron las cenizas en bolsas y las lanzaron a un río. Solo se han conseguido recuperar dos bolsas con restos parciales, de ahí el que algunos familiares todavía se aferren a que siguen con vida.

Ante la polémica suscitada por el caso, en particular el hecho de que el narcotráfico esté tan estrechamente vinculado con las autoridades locales en numerosos puntos del país, y las crecientes protestas --el 20 de noviembre hubo once detenidos en el Zócalo en DF--, Peña Nieto dio el jueves pasado un paso al frente anunciando un decálogo de medidas para mejorar la seguridad y luchar contra la corrupción.

El principal reto que tiene ahora ante sí Peña Nieto es sacar adelante estas medidas, que incluyen entre otros la supresión de las policías municipales y la creación de cuerpos de Policía a nivel de los distintos estados del país así como la elaboración de una ley integral contra el crimen organizado, centrada en evitar su infiltración en la política municipal.

"Estas diez medidas tienen como objeto fundamental fortalecer el Estado de Derecho. Después de Iguala, México debe cambiar", aseguró el presidente durante su discurso. Precisamente, está previsto que estas propuestas lleguen este mismo lunes al Congreso para su debate.

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