MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Gendarmería rumana ha negado que sus agentes ejercieran un uso desmesurado de la fuerza contra los manifestantes concentrados anoche en Bucarest.
El portavoz del ente, Marius Militaru, citado por el diario 'Romania libera', ha asegurado que los gendarmes intervinieron sobre las 23.00, después de recibida una orden de la prefectura.
"A partir de ahí y hasta las dos en punto intervinieron para realizar una evacuación segura de los manifestantes. El grupo violento fue neutralizado en media hora", ha afirmado en una conferencia de prensa.
Los cañones de agua y el gas lacrimógeno, según el portavoz, se utilizaron cuando la violencia se intensificó, y solo después de emitidas tres advertencias legales para desalojar el área.
Después de los incidentes, fueron detenidas 33 personas, dijo Militaru.
Un total de 452 personas necesitaron asistencia médica, incluyendo 70 hospitalizaciones. Entre los ingresados en centros médicos hay 11 gendarmes. Militaru mencionó el caso de una colega que "brutalmente golpeada y hospitalizada bajo sospecha de fractura de columna cervical".
