MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Birmania, Thein Sein, ha declarado este domingo el estado de emergencia en Rakhine, en el oeste del país, después de una semana de enfrentamientos sectarios entre budistas y musulmanes que han causado la muerte de 17 personas y cientos de propiedades dañadas.
Las autoridades han establecido un toque de queda en cuatro municipios del estado de Rakhine y han expresado su preocupación por los enfrentamientos, según recoge la cadena BBC. En esencia, la declaración del estado de emergencia permite al Ejército tomar el control administrativo de la región.
Según la televisión estatal la decisión se ha tomado en respuesta al aumento de los disturbios y los ataques "terroristas" y a "la intención de restaurar la seguridad y la estabilidad a la gente de inmediato".
Sein ha apostillado que la violencia sectaria podría poner las medidas hacía la democracia del país en peligro. "Si ponemos las cuestiones raciales y religiosas en la vanguardia, si ponemos el odio sin fin, los deseos de venganza y acciones anárquicas en la vanguardia y si seguimos tomando represalias y aterrorizando y matándonos unos a otros hay peligro de que se multiplique y avance más allá de Rakhine", ha dicho.
"Si esto sucede, el público en general debe ser consciente de que la estabilidad del país y la paz, el proceso de democratización y el desarrollo, que en este momento están solo en transición, podría verse gravemente afectada y se podría perder mucho", ha aseverado.
Los primeros ataques comenzaron el mes pasado con la muerte de una mujer budista, a éste le siguió el ataque a un autobús en el que viajaban musulmanes.
En 2010, Birmania eligió un Gobierno nominalmente civil y en abril de este año la oposición, liderada por Aung San Suu Kyi, ha entrado en el Parlamento tras unas históricas elecciones.
Sin embargo, el Gobierno sigue estando dominado por militares y continúan las preocupaciones sobre la represión política y las violaciones de los Derechos Humanos.
