El presidente de Pakistán insta a los talibán a rendirse o "enfrentarse a las consecuencias"

Actualizado: sábado, 20 diciembre 2014 5:52

MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Pakistán, Mamnun Hussain, ha advertido este viernes a los talibán de que o se rinden o deberán estar "preparados para enfrentarse a las consecuencias", días después de que la organización terrorista realizase un atentado contra una escuela en Peshawar en el que murieron más de un centenar de niños.

"Los terroristas tienen que aceptar el mandato del Estado o estar preparados para enfrentarse a las graves consecuencias", ha afirmado Hussain, que ha criticado que los talibán realicen este tipo de atentados en el nombre del Islam, según ha informado el diario 'Dawn'.

Hussain ha realizado esta amenaza en la ceremonia con motivo del lanzamiento del libro escrito por el presidente chino, Xi Jingping, donde ha abordado el atentado que ha conmocionado tanto al país como a la comunidad internacional.

El mandatario ha asegurado que este atentado "no ha desmoralizado" a Pakistán, sino que le ha "fortalecido" como nación y también ha provocado una mayor "determinación" para poner fin al terrorismo en el país.

"Todos los niños mártires y sus padres son benefactores de todo el país, ya que su gran sacrificio nos ha dado una nueva determinación para luchar contra esos terroristas y liberar a la nación de este flagelo para siempre", ha subrayado.

En este sentido, Hussain se ha comprometido a "eliminar" a "todos y cada uno" de los terroristas del país para dar lugar a una nación en "paz, amor y armonía" que pueda avanzar hacia el progreso. Por ello, ha pedido a los paquistaníes apoyar a las Fuerzas Armadas.

ATENTADO

Al menos 141 personas murieron, 132 de ellas menores, en el ataque perpetrado el martes por los talibán paquistaníes contra una escuela gestionada por el Ejército en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país. El atentado ha sido condenado incluso por los talibán paquistaníes, que lo consideraron "contrario" al Islam.

Un portavoz de los talibán paquistaníes que reivindicó el ataque aseguró que los milicianos tenían orden de no herir a los niños, aunque posteriormente indicó que los habían matado en respuesta a los ataques que reciben sus "familias" por parte del Ejército paquistaní.

Este atentado ha sido el más mortífero hasta la fecha en Pakistán, tras superar las 137 víctimas mortales que dejó el atentado contra el Bazar Mena de esta misma ciudad en 2009 y los 139 muertos que hubo en Karachi en octubre de 2007 contra el convoy de la exprimera ministra Benazir Bhutto, que sería asesinada dos meses después.

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