El presidente de Sudán del Sur dice que está dispuesto a acudir al TPI porque "no ha hecho nada" punible

Salva Kiir
TIKSA NEGERI/REUTERS - Archivo
Actualizado: jueves, 25 octubre 2018 21:39

MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ha asegurado que está dispuesto a hacer frente al Tribunal Penal Internacional (TPI) en caso de que sea llamado por los supuestos crímenes de guerra cometidos durante el conflicto en el país africano.

"No tengo miedo porque no hice nada. Si hay una imputación, estoy dispuesto a ir y volveré, porque no hice nada", ha sostenido durante una entrevista concedida a la cadena de televisión keniana Citizen TV.

Un estudio publicado a finales de septiembre por la Escuela de Londres sobre Higiene y Medicina Tropical cifró en cerca de 383.000 personas han muerto a causa del conflicto en Sudán del Sur, desencadenado en diciembre de 2013.

El organismo detalló en su documento que cerca de 190.000 personas habrían muerto directamente a causa de la violencia, y un número similar de muertes puede ser atribuido a la crisis humanitaria provocada por el conflicto.

Kiir ha manifestado además que él no es un obstáculo para la paz y que el acuerdo firmado en septiembre con los grupos opositores puede salir adelante. "Puedo garantizar al pueblo que tendremos paz en nuestro país", ha dicho.

Asimismo, ha reconocido que funcionarios de su Gobierno han estado involucrados en casos de corrupción. "No niego que se han llevado en dinero de los cofres de Sudán del Sur", ha manifestado, antes de insistir que ha sido uno de los que ha denunciado esto.

Sin embargo, ha dicho que "ahora no tiene tiempo" para hacer que estas personas "rindan cuentas por haber robado dinero". "Tengo que lograr la paz, y después prestaré atención a estas personas", ha argumentado.

Por último, ha cargado duramente contra el exjefe del Estado Mayor del Ejército de Sudán del Sur Paul Malong, acusado de cometer atrocidades cuando encabezaba a las Fuerzas Armadas.

"El general Malong es uno de los malos directores, si tengo que describirle. Le hice jefe del Estado Mayor porque estaba en el sistema de antigüedad y no podría saltarle y poner a alguien más joven por encima de él", ha explicado.

Malong fue cesado en mayo de 2017, después de una lucha de poder con Kiir, y posteriormente huyó del país tras varios meses bajo arresto domiciliario ante el temor de que encabezara una nueva revuelta armada. Malong anunció en abril la creación de un nuevo grupo rebelde.

Las declaraciones de Kiir han llegado después de que el líder del grupo rebelde Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO), Riek Machar, anunciara que acudirá a las celebraciones en la capital, Yuba, con motivo de la firma del acuerdo de paz.

El presidente sursudanés invitó recientemente a varios líderes regionales a que participen este mes en los actos de conmemoración que se celebrarán en la capital con motivo de la firma del acuerdo de paz, si bien por el momento no hay fecha.

EL ACUERDO DE PAZ

El pasado mes de junio, las partes firmaron un acuerdo inicial para poner fin a los combates, pero Machar rechazó algunas de las propuestas, como que el país tenga tres capitales distintas para distribuir el poder, lo que provocó un nuevo proceso de contactos para lograr el texto definitivo, ratificado en septiembre.

Este acuerdo contempla la restitución de Machar en el puesto de vicepresidente, así como la creación de un Gobierno de unidad en el que tendrá la mayoría el actual Ejecutivo. Asimismo, Kiir permanecerá en el puesto de presidente.

Las partes tendrán ahora ocho meses para formar un gobierno de transición, que estará en vigor durante un periodo de tres años.

Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios de Kiir, de etnia dinka, con las fuerzas leales a Machar, de etnia nuer. Otros grupos rebeldes --con distintos grados de relación con el grupo de Machar-- operan en el país.

Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.

Los combates en Sudán del Sur han desarraigado alrededor de una cuarta parte de sus 12 millones de habitantes, han destruido la producción de petróleo y han arruinado una economía ya de por sí muy empobrecida.

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