PHNOM PENH, 3 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Camboya, Hun Sen, ha acusado este sábado a la Casa Blanca de mentir a la hora de anunciar esta semana la suspensión parcial de la ayuda al país asiático como castigo por su inestabilidad política y su pésimo registro de derechos humanos porque, en palabras del mandatario, su Gobierno ya había dejado de recibir apoyo estadounidense en 2016.
"Nosotros, los 16 millones de personas, no recibimos ayuda estadounidense en el sector fiscal. Esta ayuda ya se terminó en 2016", ha declarado Hun Sen en un discurso ante miles de trabajadores de la confección en la sureña provincia de Preah Sihanouk, en el que señaló como embustero al embajador norteamericano, William Heidt.
"Por favor, embajador de los Estados Unidos, responda esta pregunta: ¿por qué anunciaron recortar ayuda cuando ya no hay ayuda? ¿Pretenden distorsionar la reputación de Camboya?", ha declarado el primer ministro, sin que la Casa Blanca ni la Embajada estadounidense hayan hecho comentarios al respecto.
La decisión de la Casa Blanca se produce en medio de una enérgica campaña del Gobierno y sus aliados contra los críticos de Hun Sen antes de las elecciones generales de julio. La ofensiva se ha dirigido contra algunas organizaciones no gubernamentales, medios independientes y diputados de la oposición.
En noviembre, la principal oposición del Partido Nacional de Rescate de Camboya (PNRC) fue disuelta por el Tribunal Supremo a petición del Gobierno de Hun Sen. Anteriormente, el diario en inglés 'Cambodia Daily', uno de los pocos medios impresos independientes del país, se vio obligado a cerrar una factura fiscal presuntamente impagada.
Hun Sen, un aliado cercano de China, ha criticado públicamente con frecuencia a Estados Unidos, particularmente por lanzar bombas sobre Camboya durante la Guerra de Vietnam, que terminó en 1975. Hun Sen, que ha gobernado Camboya durante 33 años, ha acusado al líder del PNRC, Kem Sokha, que fue detenido y encarcelado el año pasado, de conspirar con Estados Unidos para derrocarlo.
Los grupos de derechos humanos y las naciones occidentales han denunciado la represión de la oposición antes de los comicios del 29 de julio.
