La primera ayuda internacional llega hasta el epicentro del terremoto de Perú

Actualizado: domingo, 19 agosto 2007 11:31


LIMA, 19 Ago. (OTR/PRESS) -

Días después del terremoto que sacudió el centro de Perú y que dejó miles de damnificados y desaparecidos, la primera ayuda internacional llega por fin a Pisco la zona más afectada por el seísmo. Más de 400 toneladas de víveres, ropa, comida y agua que es todavía muy poco para hacer frente a la catástrofe. Además, según pasan los días crece el peligro de epidemias en una zona plagada de cadáveres. Algo que descartó el presidente peruano, Alán García, que en su visita a la localidad aseguró que los restos de las víctimas se están recogiendo con mucha rapidez.

Atrincherados junto a las ruinas de las que fueron sus casas debajo de las que se esconde lo poco que les queda, y alerta para evitar los robos y saqueos, los habitantes de Pisco, una localidad situada a unos 230 kilómetros al sureste de Lima, recibieron la primera ayuda desde que se produjo la catástrofe. Cientos de personas dejaban sus constantes rezos para abalanzarse sobre los camiones que repartían la comida y el resto de ayudas, tanto del Gobierno de Perú como la que llega del exterior, y que están entrando por el pequeño aeropuerto militar de la localidad costera.

Gracias a esta conexión llegaron hasta el corazón de la tragedia, donde hoy ya llegaron los primeros bomberos españoles, 400 toneladas de víveres, agua y medicinas procedentes de Venezuela, Canadá, Bolivia, Colombia, Suiza o España. La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, aseguró ayer que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) "sigue en guardia" para proporcionar ayuda a la sociedad peruana en todo lo que "haga falta". La AECI ha enviado hoy un avión a Perú con 100 toneladas de ayuda humanitaria y 11 técnicos, dos de la AECI, dos del SUMMA 112-Comunidad de Madrid, tres del SAMUR-Ayuntamiento de Madrid, dos de Bomberos en Acción y dos de la DYA.

VISITA DEL PRESIDENTE

En la devastada Pisco, la localidad más afectada por el terremoto, estuvo ayer el presidente peruano, Alán García, que pidió calma a la población y aseguró que las denuncias de saqueo "no son tantas". "Es natural que luego del pánico, la gente piense que puede sufrir por delincuencia, y hay una sensación de pánico, pero eso es una condición psicológica", afirmó el mandatario peruano que aseguró que nadie morirá de sed o hambre.

Además, García afirmó que la policía ha informado de varios robos en carreteras por alimentos, y que desde Lima ya se han enviado más patrullas policiales "que tienen la orden de actuar con más severidad para quienes estén robando".

En cuanto al peligro de epidemias en la zona, García, descartó cualquier posibilidad en ese sentido ya que, según aseguró los cadáveres se están recogiendo rápidamente en las tres ciudades más afectadas, que además de Pisco, son Ica y Chincha. "Antes, durante largo tiempo, se dejaba los restos un poco bajo los escombros, pero ahora se ha logrado rápidamente eso y está eliminada la posibilidad de una epidemia, que es lo importante", afirmó el presidente en declaraciones a la agencia peruana Andina recogidas por OTR/Press.

Sin embargo, y en un tono mucho más realista, la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Araoz, admitió que la ayuda era insuficiente y añadió que los robos y saqueos seguirán siendo un problema. En Ica, ciudad cercana a Pisco, al menos 3.000 personas guardaban colas de más de tres horas en la plaza central de la ciudad, impacientes, al tratar de llegar a los ansiados camiones que proporcionaban patatas, latas de atún, y agua.