El próximo primer ministro de Malasia declarará ante la Policía por un supuesto abuso sexual a un asesor

El presidente del Partido de la Justicia Popular, Anwar Ibrahim.
El presidente del Partido de la Justicia Popular, Anwar Ibrahim. - REUTERS / LIM HUEY TENG
Publicado: miércoles, 11 diciembre 2019 7:41

KUALA LUMPUR, 11 Dic. (Reuters/EP) -

El primer ministro entrante de Malasia, Anwar Ibrahim, tendrá que declarar ante la Policía del país por su supuesta implicación en un caso de abuso sexual contra uno de sus antiguos asesores, tal y como han confirmado este miércoles las autoridades malasias.

El futuro primer ministro ha negado las acusaciones que sobre él ha vertido Muhammed Yusoff Rawther, quien la semana pasada aseguró que Anwar le había obligado a mantener relaciones sexuales en septiembre de 2018.

No es la primera vez que Anwar tiene que hacer frente a un escándalo sexual, pues ya ha entrado en prisión dos veces tras ser condenado por sodomía y corrupción, acusaciones que él y sus partidarios siempre han calificado de "falsas" con el único objetivo de poner fin a su carrera política.

El abogado de Muhammed Yusoff, Mohamed Haniff Khatri Abdulla, representa también al actual primer ministro Mahathir Mohamad, quien prometió esta semana que entregaría el mando del país a Anwar en las próximas fechas.

Mohamed Haniff ha negado que exista ningún conflicto de intereses ante las suspicacias de tener a ambas personas como clientes, o que exista una conspiración política en las acusaciones contra Anwar.

"El primer ministro sigue siendo mi cliente, pero eso no significa que no deba asumir casos sólo porque estén involucrados sus ministros o personas de su administración", ha defendido el letrado ante la agencia de noticias Reuters.

Malasia, de mayoría musulmana, castiga las relaciones entre personas del mismo sexo con penas que pueden alcanzar los 20 años de prisión.

Anwar, que ejerció como vice primer ministro durante el primer mandato de Mahathir (1981-2003) fue una figura importante en aquel periodo pues fue visto por la opinión pública como el principal responsable de que Malasia saliera de la crisis económica que en la década de los 90 enfrentaba el continente asiático.

Visto también como el sucesor de Mahathir, todo cambió cuando fue despedido y luego encarcelado en 1999 acusado de sodomía y corrupción. A su salida en 2004 se unió a la oposición y creó una coalición llamada Pacto Popular, que logró mermar la fuerza del Gobierno del que era por entonces primer ministro, Abdullah Ahmad Badawi (2003-2007).

La turbulenta relación entre los dos líderes, que han sido rivales y aliados, ha marcado la elaboración de políticas en el país durante décadas. Ambos unieron fuerzas de cara a las últimas elecciones celebras en 2016, las cuales lograron ganar.

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