El puerto de Zueitina volverá a operar después de que las autoridades evalúen los daños causados por rebeldes

Actualizado: domingo, 27 abril 2014 23:33


BENGHAZI, 27 Abr. (Reuters/EP) -

El puerto libio de Zueitina, que estuvo ocupado ocho meses por rebeldes como parte de un bloqueo petrolero, volverá a operar después de que los daños en sus instalaciones hayan sido evaluados, ha informado este domingo el ministro de Justicia, Salá al Merghani.

El ministro de Justicia, Salá al Merghani, ha informado también de la formación de un comité para investigar la corrupción en el sector petrolero, iniciativa que está enmarcada en un acuerdo entre el Gobierno y los rebeldes para poner fin a un bloqueo de los puertos de crudo de la nación del este de África.

La reapertura de cuatro terminales de exportación de petróleo se ha retrasado debido a que los rebeldes acusan al Gobierno de no cumplir con todas las partes del acuerdo, como el pago de una compensación económica.

Según el acuerdo, los rebeldes deben reintegrarse a un cuerpo de seguridad estatal de petróleo del que desertaron el pasado verano boreal cuando ocuparon los puertos.

"Estamos trabajando día y noche en el tema salarial", dijo Merghani, quien advirtió que el fracaso del acuerdo podría llevar a un derramamiento de sangre en un país que lucha con tres años de agitación tras el derrocamiento de Muamar Gadafi.

Diplomáticos esperan que ambas partes concreten el acuerdo ya que el país necesita con urgencia los ingresos petroleros, pero la desconfianza mutua es probable que cause más retrasos.

La disputa es parte del caos que se vive en el productor de la OPEP, donde el Gobierno no puede controlar a las milicias que ayudaron a derrocar a Gadafi.

Hasta ahora, el único puerto que ha reanudado sus trabajos es Hariga, ubicado en la ciudad de Tobruk, el cual tiene una capacidad diaria de 110.000 barriles.

Tanto Zueitina como Hariga tenían que reabrir inmediatamente después de la firma del acuerdo hace casi tres semanas. Mientras, las terminales más grandes de Ras Lanuf y Es Sider debían reanudar sus labores después de una nueva ronda de conversaciones.