SANÁ, 15 Ago. (Reuters/EP) -
Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), rama de la organización terrorista en la región, ha pedido este jueves a los islamistas armados que lleven a cabo ataques en Estados Unidos en respuesta a los bombardeos llevados a cabo por Washington contra las posiciones del grupo extremista suní Estado Islámico en Irak.
"Declaramos nuestra solidaridad con nuestros hermanos musulmanes en Irak. Pedimos a todos los grupos islamistas (...) que vayan a Estados Unidos como parte de su plan de la 'yihad', ya sea militarmente, económicamente o a través de los medios", ha dicho.
"Pedimos a todos los musulmanes, y especialmente a los que puedan entrar en Estados Unidos, que imiten a sus hermanos lanzando una guerra con todo lo que puedan", ha agregado, a través de una cuenta de la red social Twitter afiliada a su rama local, Ansar al Sharia.
El principal ideólogo de AQPA, Ibrahim al Rubaish, felicitó el miércoles al Estado Islámico --antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS)-- por la conquista de territorios, en un gesto que evidencia la posible cooperación entre dos de los grupos de milicianos islamistas más activos.
"Felicito a todos los muyahidines en los frentes de batalla y a todos los musulmanes por las victorias que nuestros hermanos en Irak han logrado contra los títeres de los iraníes", dijo en un vídeo colgado en Internet.
Además, explicó que estas acciones se deben a que los suníes de Irak "se han dado cuenta de que la coexistencia en el país no es posible" y de que luchar contra sus opositores es "una obligación legal", comparando esto con lo que está sucediendo en Yemen y en el Golfo.
El Estado Islámico es una organización 'yihadista' nacida en Irak y relacionada --aunque no vinculada-- con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación en 2011 contra el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
El ISIS proclamó a finales de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.
Desde entonces, ha lanzado numerosas campañas de venganza contra la comunidad chií y otras comunidades minoritarias de las zonas que controla, como la cristiana y la yazidí, ejecutando a decenas de personas y destruyendo numerosos lugares de culto.
