MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró hoy que está próxima la salida de las siete familias adoptantes con sus niños desde Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC), e insistió en que no ha habido problemas burocráticos en este caso, sino que los expedientes "adolecían de vicios severos que hubieran comprometido gravemente la validez de las propias adopciones en España", según explicó a Europa Press un portavoz del Departamento de Miguel Ángel Moratinos.
"Durante la mañana de hoy se han ido resolviendo todos los problemas" que habían surgido previamente gracias a la labor del funcionario diplomático que Exteriores envió ayer a Brazzaville, anunció la citada fuente.
En primer lugar, Javier Torrens y Natalia Castellanos pudieron reunirse en Kinshasa con su niña adoptiva tras varios días de separación ya que esta última se quedó en la capital de la RDC cuando las familias tuvieron que salir de la ciudad, cruzar el río Congo e instalarse en la vecina Brazzaville --capital de la República del Congo-- debido a la ola de violencia.
"Están arreglando sus papeles para el visado y si todo sale bien esta misma tarde saldrán los tres hacia Europa" en un vuelo Kinshasa-París que luego les permitirá viajar a nuestro país, anunció. Para el resto del grupo (seis familias con sus respectivos hijos) se está "ultimando" la tramitación de sus visados "con la intención de que el curso de la semana, posiblemente el sábado, puedan regresar" a España.
El portavoz de Exteriores insistió en que no ha habido problemas burocráticos en este caso. "Lo que ha provocado esta situación es que había una serie de expedientes de adopción que se presentaron con unas deficiencias graves", aseveró.
Así, la Embajada española en Kinshasa "cumplió absolutamente con su obligación" ya que para otorgar un visado a esos niños que todavía no son españoles debía verificar la documentación de la adopción. "Al descubrirse carencias importantes, eso es lo que ha provocado el retraso", apuntó la citada fuente, quien recordó que una dificultad adicional fue la ola de violencia que se desató en la capital de la RDC entre partidarios y soldados de Joseph Kabila y Jean-Pierre Bemba.
En último término, justificó el envío de un diplomático desde España a Brazzaville por la "situación de emergencia" que se creó en torno a estas adopciones. En concreto, subrayó el clima de violencia en Kinshasa que provocó el cierre durante horas de la frontera marítima entre la RDC y el Congo y la necesidad de repartirse el trabajo con el funcionario de la Embajada ya que la tramitación se tenía que hacer tanto en Kinshasa como en Brazzaville, las dos capitales separadas por los ocho kilómetros del ancho del río Congo.
