MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU ha expresado este viernes su profunda preocupación por la crisis humanitaria y de seguridad que padecen más de un millón de desplazados internos del este de República Democrática del Congo (RDC).
Las campañas de ayuda humanitaria se ven afectadas por las violaciones de Derechos Humanos y el bandidaje en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur. El deficiente estado de las carreteras y de otras infraestructuras hacen aún más difícil la tarea de las ONG.
El pasado 15 de enero, un grupo armado robó el camión de una ONG para utilizarlo en un ataque contra cooperantes del campo de refugiados de Muhanga, una agresión organizada con el fin de robarles sus pertenencias.
Por otra parte, la OCHA ha acusado a las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR) de estar detrás del asalto del campamento de Nyange del pasado 22 de enero, en el que murieron tres personas y otras siete resultaron heridas. Según las versiones de los refugiados, los milicianos de las FDLR pretendían con su incursión reclutar a nuevos soldados.
Otras informaciones de las que dispone la OCHA sugieren que el pasado 13 de enero los rebeldes del ugandés Ejército de Resistencia del Señor (LRA) masacraron a cerca de un centenar de personas en un el noreste del país. Se cree que este grupo es el responsable de 80 muertes producidas en diciembre.
Para la agencia de la ONU, los desplazamientos son la principal razón de la crisis humanitaria en el este de la RDC. La cifra de refugiados llega a 1,3 millones en las provincias de Kivu, y al menos un millón de ellos se han producido desde 2009.
