La religión pesa entre la población de América Latina, conservadora en temas sociales

Actualizado: sábado, 6 diciembre 2014 20:14

MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -

América Latina es una región donde la religión tiene peso en la vida cotidiana de gran parte de la ciudadanía, según un amplio estudio de la firma Pew Research que dibuja un escenario, a nivel general, con reticencias a nuevos pasos en materia de matrimonio homosexual o aborto y en el que aún persiste el concepto de obediencia al marido.

Mientras que en 1970 más de un 90 por ciento de la población latinoamericana se declaraba católica, ahora son un 69 por ciento quienes se identifican con esta confesión. El protestantismo gana peso y sube hasta el 19 por ciento y hay un 8 por ciento que no se siente identificado con ningún grupo religioso.

Sobre este escenario, Pew Research ha tratado de esbozar un resumen de una región compleja que, a nivel general, sigue mostrándose conservadora. No obstante, países del cono sur como Argentina, Chile y, sobre todo Uruguay, avanzan hacia un escenario más laico en un continente que tiene en Centroamérica el núcleo social más conservador.

Sólo en Brasil, México, Chile, Argentina y Uruguay, así como en la comunidad hispana de Estados Unidos, hay un mayor porcentaje de personas partidarias del matrimonio homosexual que detractoras.

En Honduras, Guatemala, El Salvador y Paraguay, en cambio, el rechazo a las bodas gays iguala o supera el 80 por ciento. Estos cuatro países, junto con Panamá, también encabezan la lista de estados donde la homosexualidad está considerada un comportamiento equivocado en términos morales.

La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo recibe un rechazo mayor al del matrimonio homosexual y tan sólo Uruguay, con un 54 por ciento de población a favor, desentona en una región donde una amplia mayoría de la ciudadanía es abiertamente contraria. Paraguay y Guatemala, con un 95 por ciento un 92 por ciento de rechazo, respectivamente, ocupan el extremo opuesto.

Sí hay una mayor permisividad con las medidas de control de la natalidad --en ningún país el rechazo a los anticonceptivos supera el 50 por ciento-- y con otros aspectos como el consumo de alcohol, el divorcio o el sexo fuera del matrimonio, si bien en estos tres casos existen grandes diferencias entre los distintos estados.

La mujer sigue teniendo, a ojos de gran parte de la población latinoamericana, un papel sumiso a la figura del marido. Así, un 81 por ciento de los hondureños o un 80 por ciento de los dominicanos consideran que la mujer debe "obedecer" a su marido y tan sólo en Uruguay, Argentina, Chile, Costa Rica, Puerto Rico, y México la tasa cae por debajo de la mitad.

POLÍTICA

El conservadurismo social no parece llegar a la esfera política, ya que una mayoría de la población de América Latina prefiere una democracia antes que un líder autoritario. En ningún país se invierte esta tendencia, si bien en el caso de El Salvador la diferencia es de solo tres puntos.

Sin embargo, la región sigue suspendiendo en materia de compromiso político y sólo en Panamá, Puerto Rico, Venezuela, Paraguay, Argentina y Chile existe una mayoría de población que está al tanto de lo que ocurre con el Gobierno y con los asuntos públicos. En República Dominicana y Guatemala, sólo tres de cada diez personas se interesan por esos temas.

Respecto a la mezcla de religión y política, existe una división casi a partes iguales entre quienes piensan que el Gobierno debe promover valores religiosos y quienes abogan por un distanciamiento.

Uruguay y México, con un 75 y un 74 por ciento, respectivamente, figuran a la cabeza de una lista de países partidarios de la división, mientras que las poblaciones de El Salvador y República Dominicana quieren --con un 55 y un 57 por ciento-- una defensa firme de la religión desde el Ejecutivo.

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