BRUSELAS, 6 Jun. (Reuters/EP) -
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, ha dicho este jueves que se siente "triste" por el último escándalo de corrupción que ha estallado en el país y que ha derivado en el arresto domiciliario del alcalde de Venecia, Giancarlo Galan.
"Siento una profunda tristeza. Actuaremos en las próximas horas y días sobre el asunto de los contratos sobre obras públicas junto a la autoridad anticorrupción", ha sostenido tras la cumbre del G-7 en Bruselas.
Sin embargo, ha dicho que "el problema no son las normas, el problema son los ladrones". "Dejemos de decir que la gente roba porque no hay normas. Hay ladrones porque la gente roba, y la gente que lo hace ha de rendir cuentas", ha remachado.
Galan fue detenido el miércoles tras ser acusado de corrupción por un proyecto de contención de inundaciones con un coste de unos 5.000 millones de euros. Un juez ha ordenado el arresto del primer edil veneciano junto a otras 33 personas.
El proyecto Moisés, diseñado para proteger la ciudad de los canales, se empezó a discutir por primera vez en 1966 pero la construcción se demoró hasta 2004, debido a la falta de acuerdo sobre su diseño, su presupuesto y el impacto medioambiental. Los fiscales venecianos siempre han mirado con lupa esta construcción y, el pasado julio, la Policía arrestó a siete personas sospechosas de amañar contratos de trabajo.
Galan ha enviado un comunicado en el que niega las acusaciones y asegura que quiere hablar con los fiscales para limpiar su imagen. El alcalde de Venecia goza de inmunidad por un ser cargo electo y corresponde al Parlamento retirarle la inmunidad.
Ahora la Cámara Baja del Parlamento tendrá que decidir ahora si le quita este privilegio. Giancarlo Galan ha sido dos veces ministro, ha sido gobernador de la región del Veneto y es una importante dirigente en el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia.
Otro político, Giorgo Orsoni, de centro-izquierda, también está bajo arresto domiciliario. Aunque ni su portavoz ni sus abogados han hecho declaraciones, un medio italiano asegura que sus defensores consideran las acusaciones "difícilmente creíbles".
Según han informado los fiscales de Venecia en un comunicado, 25 personas tienen una orden de arresto judicial y otros diez están bajo arresto domiciliario, acusados de corrupción, financiación ilegal de los partidos y fraude. La Policía se ha incautado de cerca de 40 millones de euros, utilizados en su mayoría para "comprar poder político y sobornar a autoridades públicas" según el informe de los fiscales.
El partido de coalición liderado por Renzi, el líder del mayor partido de centroizquierda en Italia, ha prometido tomar medidas drásticas para acabar con la corrupción y limpiar los políticos y negocios que han sido relacionados con la corrupción y el escándalo.
La Fiscalía también investiga a la compañía Finmeccanica y el grupo de estaciones de servicio por supuestos sobornos en contratos internacionales. Ambos han negado malas prácticas.
