BANGKOK, 6 May. (DPA/EP) -
El rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, y su nueva esposa, la reina Suthida, han salido este lunes al balcón de palacio para saludar a las decenas de miles de personas que llevaban horas esperando la primera aparición pública de la pareja, en el tercer y último día de la ceremonia de coronación.
"Larga vida a sus majestades", han coreado los asistentes, vestidos en su mayoría de amarillo, el color que se asocia a la monarquía. "A la reina y a mí nos alegra mucho ver a personas que han venido de forma desinteresada para expresar sus buenos deseos con motivo de mi coronación", ha dicho Vajiralongkorn.
El rey, de 66 años, anunció la semana pasada que se había casado con su guardaespaldas, Suthida Vajiralongkorn na Ayudhya, de 40, y la había nombrado como nueva reina de Tailandia. La relación, que ya había sido objeto de rumores, no se anunció públicamente hasta tres días antes del inicio de las ceremonias.
El primer ministro, Prayut Chan Ocha, ha participado también en el acto, como gesto de lealtad hacia la nueva pareja real. El monarca se consagra definitivamente como rey de Tailandia, un cargo que heredó hace casi tres años, tras la muerte de su padre, Bhumibol Adulyadej.
"He llegado a las cuatro de la mañana. Mis hijos condujeron de noche para traerme", cuenta Yee Sapngoern, un agricultor de 65 años que había viajado desde la provincia de Ratchaburi. "Es una oportunidad única en la vida. No podía perdérmelo", ha explicado, en alusión a la primera coronación en 70 años.
Como él, muchas otras personas habían acudido con horas de antelación para reservarse un hueco entre la maraña de paraguas y sombreros con las que los tailandeses han tratado de protegerse del sol. Los equipos médicos han lanzado agua contra la multitud para evitar desmayos.
