Ruanda/Bélgica.- Declarado culpable un ex comandante ruandés por participar en la muerte de diez soldados belgas en 1994

Actualizado: jueves, 5 julio 2007 1:48

BRUSELAS, 4 Jul. (EP/AP) -

Un jurado belga declaró culpable hoy a un ex comandante ruandés por participar en la muerte de diez soldados de pacificación belgas durante el despliegue de las fuerzas de Naciones Unidas al comienzo del genocidio en este país africano en 1994.

El jurado, compuesto por 12 personas, no encontró, sin embargo, al comandante Bernard Ntuyahaga responsable de la muerte de la entonces primera ministra Agatha Uwilingiyimana, a quien las tropas belgas estaban encargadas de proteger. El veredicto se ha producido tras tres meses de juicio.

Ntuyahaga estaba acusado de extender los rumores de que los soldados belgas eran responsables del derribo de un avión, en el que murió el presidente Juvenal Habyarimana la tarde del 7 de abril de 1994, cuando los diez soldados y la primera ministra fueron asesinados.

Tras el anuncio del veredicto, Bernadette Muhorakeye, la hija de Ntuyahaga, criticó la decisión afirmando que "no es la verdad" y que "la verdad se revelará algún día".

Durante el juicio, el tribunal ha escuchado a más de 150 testigos e investigaciones que sumaban en total unas 70.000 páginas de pruebas.

La muerte de los diez soldados inició la retirada de las 450 tropas belgas de Ruanda y, días después, las de otras naciones desplegadas como parte del contingente de Naciones Unidas, lo que abrió el camino para el genocidio.

Según las investigaciones, los diez soldados recibieron órdenes de proteger a Uwilingiyimana y llevarla hasta una emisora para hacer un llamamiento a la calma un día después de que el derribo del avión matara al presidente, un caso que continúa sin resolver.

Cuando llegaron allí, soldados del Ejército hutu abrieron fuego con fusiles y granadas. Después de dos horas de enfrentamiento, la primera ministra consiguió huir, pero poco después fue capturada y asesinada.

El ex comandante Ntuyahaga se entregó ante las autoridades diplomáticas belgas en la capital de Tanzania, Dar es Salaam, en 2004, después de que un tribunal de este país le pusiera en libertad y tras desestimar una petición de extradición desde Ruanda.