BUCAREST, 5 Nov. (EP/AP) -
El ministro rumano de Asuntos Exteriores, Adrian Cioroianu, pidió hoy perdón por unas declaraciones que realizó durante el pasado fin de semana, a una cadena de televisión, en las que aseguraba que los rumanos que delinquen en el extranjero provocan la vergüenza del país y deberían ser deportados en "batallones disciplinarios" al desierto egipcio para realizar trabajos forzados.
Cioroianu describió sus palabras como una "reacción humana" a las últimas informaciones sobre un ciudadano rumano acusado de golpear hasta la muerte a la mujer de un comandante de la armada italiana, la semana pasada.
Mientras, nueve asociaciones rumanas de derechos humanos enviaron hoy una carta al primer ministro rumano en la que solicitan que Cioroianu sea despedido por sugerir una medida que calificaron "de tipo nazi".
"Recordamos al ministro Cioroianu, historiador de profesión, que deportar a la gente de un país fue un instrumento utilizado bajo el holocausto, que tuvo terribles consecuencias para las minorías que fueron víctimas del mismo", subraya la misiva.
Las declaraciones que han despertado las críticas fueron pronunciadas por el ministro el pasado sábado. Entonces, Cioroianu afirmó estar pensando en "si podríamos comprar un solar de tierra en el desierto egipcio a donde pudiéramos enviar a las personas que nos avergüenzan". Hoy, Cioroianu se disculpó diciendo que "no se preocupen, el solar de desierto no fue comprado, esa no es la solución".
