LONDRES, 23 Sep. (EP/AP) -
Las autoridades británicas informaron hoy de que están investigando un nuevo posible caso de fiebre aftosa en Petersfield, Hampshire, a unos 90 kilómetros al suroeste de Londres, donde el Departamento de Medio Ambiente (DEFRA por sus siglas en inglés), Alimentación y Asuntos Rurales ha establecido una zona de control de tres kilómetros.
Esta medida es meramente preventiva, ya que aún no se ha confirmado el nuevo brote. "No tenemos pruebas. En ausencia de éstas, estamos tomando las mayores medidas de precaución que podemos", explicó una portavoz del DEFRA bajo condición de anonimato. "Ha habido muchos casos como este, en los que debíamos realizar más pruebas y que luego han resultado no ser casos reales", añadió.
La nueva zona de control establecida hoy está a unos 70 kilómetros de distancia de Egham, localidad situada a las afueras de Londres donde se registró el último brote de fiebre aftosa, el 14 de septiembre. Otro caso fue localizado en agosto a unos 16 kilómetros del actual lugar vigilado.
LENGUA AZUL
Los ganaderos británicos también tienen ahora que preocuparse por el anuncio realizado ayer por el Gobierno británico sobre la aparición del primer caso de la enfermedad de la lengua azul en Reino Unido.
Ya está investigándose si unas pequeñas moscas halladas en la explotación ganadera donde se registró el caso podrían ser las responsables del contagio y si, por consiguiente, podría suponer el principio de un brote.
