LONDRES, 15 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Marta Altuna) -
El primer ministro británico, Tony Blair, ganó hoy una importante votación en la Cámara de los Comunes sobre la polémica ley sobre educación, que permite a las escuelas de Inglaterra crear asociaciones con otras instituciones como universidades u organizaciones caritativas. Un total de 458 diputados votaron a favor y 115 en contra de esta norma, que ofrece también a las escuelas más control sobre admisiones y presupuestos. Blair no contó con el apoyo de 51 parlamentarios de su partido, pero sí con el de los conservadores.
Los planes del primer ministro suponen ofrecer mayor poderes a las escuelas sobre sus finanzas, personal y admisiones. Según estos planes, compañías privadas, grupos religiosos y padres tendrían la libertad para formar "escuelas fundaciones" dentro del sistema estatal.
Blair indicó que la creación de estas "escuelas fundaciones" es vital para el éxito económico del país y para que haya justicia social.
Por su parte, la ministra de Educación, Ruth Kelly, aseguró hoy durante el debate parlamentario en la Cámara de los Comunes: "Nunca forzaré a una escuela a que se convierta en una escuela fundación".
Kelly explicó que no entra en sus propuestas que los niños con fracaso escolar sean enviados a escuelas en las que el nivel escolar es más bajo, negando así que se vaya a poner en marcha un sistema de selección basado en las aptitudes académicas de los niños.
Esto es precisamente lo que temían quienes se oponían a estos planes, que no querían que las escuelas seleccionaran a los alumnos en base a sus habilidades académicas. Criticaron también el hecho de que se pueda crear una jerarquía educativa en la que haya las mejores escuelas para los mejores alumnos, mientras que haya otras a las que nadie quiera asistir.
Además, consideran que quienes se beneficiarán más de estas circunstancias serán las clases medias y que las autoridades educativas locales perderán sus poder. En cambio, Blair argumenta que sus planes servirán para ayudar a los niños de las clases trabajadoras, que tradicionalmente sufren más en el sistema educativo.