R.Unido.-El Gobierno supeditará las ayudas a familias con hijos conflictivos a su implicación contra la ola de violencia

Actualizado: lunes, 14 julio 2008 20:00

Brown reivindica su plan de prevención y castigo contra navajeros y apuesta tanto por cárcel como por trabajos comunitarios

LONDRES, 14 Jul. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El Gobierno británico identificará a unas 110.000 "familias problemáticas" con hijos conflictivos con el objetivo de implicar a los padres en el plan de choque contra la violencia juvenil que asola algunas áreas de Reino Unido y que podría llevar a unas 20.000 a perder percepciones y coberturas sociales en caso de no cumplir con las expectativas.

Así lo anunció hoy el primer ministro, Gordon Brown, en la rueda de prensa mensual que ofrece en su residencia de Downing Street, donde concretó la batería de medidas avanzadas ayer por el Ministerio del Interior ante la reciente radicalización de las cifras de muertos por arma blanca, que suman unos 50 este año en todo el país y casi una veintena de adolescentes sólo en el caso de Londres.

Después de que la capital británica llegase a registrar la pasada semana cuatro víctimas de apuñalamiento en un solo día, Brown advirtió hoy de que llevar una navaja será "inaceptable" en las islas a partir de la batería de actuaciones diseñada por su Gabinete, que tiene como fórmula de cabecera los principios de "prevención, aplicación de la ley y castigo".

En su intervención, monopolizada por el plan contra la violencia, Brown aprovechó para rechazar las críticas que cuestionan la tibieza del Gobierno ante una espiral en la que, según admitió hoy, "hay gente, tanto jóvenes como mayores, que no se siente segura". "Necesitamos dejar absolutamente claro a todos, pero especialmente a los jóvenes, que en este país hay límites de comportamiento razonable y que es completamente inaceptable llevar una navaja", declaró.

En consecuencia, garantizó a quienes tienen como hábito portar una cuando salen a la calle que serán "cogidos, juzgados y castigados", no sólo a partir de un endurecimiento de las medidas carcelarias, que pasarán de dos a cuatro años entre rejas, sino con el endurecimiento de las sentencias comunitarias, que incluirán trabajos sin remunerar a cumplir los viernes y sábados por la noche.

FÓRMULAS

Además, aprovechó para subrayar que la visita a hospitales a las que se obligará a los jóvenes interceptados con navajas será sólo "una de las fórmulas" del paquete de medidas elaborado por el Ministerio del Interior, que recibió duras críticas tanto de la oposición como en los medios de comunicación por las dudas que genera descargar la lucha contra el crimen en el impacto que la visión de las víctimas pueda suponer entre los jóvenes.

De igual modo, se refirió a propuestas como la reclamada por el Partido Conservador para que todos los que lleven cuchillos afronten penas de prisión y subrayó que lo que se garantizará será una presunción de cárcel o servicios comunitarios duros. "Lo que deberíamos decirles es que hay una presunción para juzgarlos y que serán castigados", explicó.

En este sentido, quiso "dejar absolutamente claro que la pena será severa", tanto por la vía de un centro penitenciario como por la de trabajos para la comunidad, entre los que podrían figurar 300 horas de trabajos que incluirían el arreglo de las calles y limpieza de los 'graffiti' de las paredes o de los parques para, en definitiva, "hacerlos duros, visibles y efectivos" en la estrategia del Gobierno de hacer más para evitar que los jóvenes "sucumban al crimen".

De igual modo, subrayó que las posibilidades de ser interceptado con un arma blanca y recibir el consecuente castigo serán en adelante "más seguras que nunca", a partir de un reforzamiento general que incluirá la supervisión de viandantes y la articulación de nuevos supuestos de delito. "Mientras una sola persona no se sienta segura por el comportamiento de una minoría, el trabajo no está hecho", declaró.

OPCIONES

Así, recordó que pese a la reciente oleada de violencia por la que "demasiada gente, joven y mayor, no se siente segura en las calles y, a veces, incluso en sus casas", el nivel de delincuencia descendió notablemente en la última década, al tiempo que desbarató también las críticas que denuncian que el descarte a la prisión como primera opción responde al recorte de plazas en los centros penitenciarios: "Es falso, porque el número ha aumentado de 6.000 a 8.000 y lo hará más próximamente".

Al respecto, explicó que "cuando alguien lleva y usa un arma no hay absolutamente ninguna duda de que irá a prisión", si bien añadió: "He notado que las personas que proponían cárcel simplemente por llevar una navaja han reculado y hablan de supuestos de prisión y diferentes clases de armas que deberían estar exentas" de una sentencia entre rejas.

"Lo que quiero es que todo aquel que emplee un cuchillo vaya a prisión y que quien lo lleve, esté sujeto a cárcel o a una compensación comunitaria fuerte", resumió en un mensaje dirigido especialmente para los jóvenes, a quienes advirtió de que "deben saber que diferentes tipos de condenas que serán aplicadas". Así, consideró "inapropiado" la cárcel o los reformatorios para adolescentes de corta edad, para quienes juzgó más adecuado un trabajo comunitario severo.