El Gobierno aumenta el calado de las medidas económicas anunciadas en mayo para hacer frente a la crisis y refuerza el sistema social
LONDRES, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La soberana británica Isabel II pronunciará hoy en la Cámara de los Lores el tradicional Discurso de la Reina que cada mes de noviembre inaugura de manera solemne el período de sesiones del Parlamento de Reino Unido con la relación de los proyectos legislativos del ejercicio siguiente y que, en esta ocasión, priorizarán las actuaciones económicas para hacer frente a la recesión a la que se enfrenta el país.
Así, el Gobierno ha reforzado el carácter financiero de las medidas ya anunciadas el pasado mes de mayo por el primer ministro, Gordon Brown, en el borrador de las novedades del programa normativo de 2009, centrado en la atención a las economías domésticas para superar la crisis y la mejora en profundidad de sistemas básicos como la educación o la salud.
Según avanzan los medios de comunicación de las islas, el Discurso de la Reina incluirá apuestas clave para el bolsillo de los consumidores, como los incentivos a la primera compra de viviendas, ayudas a los ocho millones de bajos salarios y reformas estructurales. No obstante, el evento podría quedar oscurecido por la polémica generada por la detención del portavoz de Inmigración 'tory', Damian Green, por una investigación relacionada con filtraciones del Ministerio del Interior.
Así, el Partido Conservador amenaza con romper el consenso en la sesión solemne, a la que seguirá una declaración del presidente de la Cámara de los Comunes, Michael Martin, para dar cuenta de su vinculación con un arresto relacionado con un delito de "conspiración en mala conducta en un cargo público", incluido en la ley general, pero raramente empleado.
En este sentido, Martin deberá aclarar si permitió a la policía entrar en el Palacio de Westminster, así como el papel jugado por algunos empleados clave del complejo, como el sargento de armas o el recepcionista. Por su parte, los conseradores prevén intentar forzar un debate, para el que el diputado David Wilshire ya ha invocado formalmente la prohibición de que los servicios de seguridad entren en la Cámara de los Comunes, impuesta después de que en 1642 el monarca Carlos I hubiese enviado al Ejército para arrestar a los parlamentarios.
AVANCE
En este contexto, además, por segunda vez consecutiva los contenidos del discurso ya han sido avanzados por iniciativa del Gordon Brown, que introdujo esta idea cuando se mudó al número 10 de Downing Street en junio de 2007. Los críticos con la iniciativa consideran que avanzar el contenido del discurso real minimiza el papel de la soberana en el aparato institucional británico y la propia relevancia de la apertura oficial de Westminster.
No obstante, para el Gobierno constituye una oportunidad fundamental de abrir un período de consultas que permita una mayor concreción en la intervención de Isabel II en la ceremonia de hoy que, no obstante, verá alteradas parcialmente las apuestas anunciadas en mayo debido al carácter adquirido ya por la crisis económica y la inminencia de una prolongada recesión en Reino Unido por primera vez en casi dos décadas.
Así, el Gobierno aprovechará la ocasión para reivindicar su capacidad de respuesta para situar la economía de las familias como la "inmediata prioridad" y reformar la educación, la sanidad y el sistema de beneficios, los otros tres pilares sobre los que descansa el armazón normativo que el Gabinete de Brown se ha comprometido a materializar en los próximos meses.
En esta línea, entre las novedades respecto a las propuestas dadas a conocer en mayo figuraría un nuevo código de conducta para el préstamo bancario, que obligaría a las entidades a ofrecer a los usuarios información específica en caso de que prevean retirar o alterar los créditos acordados, con la posibilidad de multar a aquellas compañías que no muestren un trato justo a sus clientes.
OTRAS MEDIDAS
Con todo, aparte del profundo cariz económico de las medidas previstas para el próximo año, el Discurso de la Reina incluirá destacadas actuaciones en el apartado de seguridad, en el que se prevén reformas del sistema para los jefes de policía, además de acelerar la toma de activos para la futura ley de reducción del crimen.
Asimismo, las tentativas del Ejecutivo británico para el próximo año continuarán con la política de refuerzo del control de la entrada de inmigrantes, que deberán aprender inglés y probar que su presencia implicará una contribución a la economía del país en su conjunto, y el endurecimiento de las medidas para hacerse con la ciudadanía británica.
No obstante, según analistas del entorno del Gobierno, medidas como la polémica Ley de Comunicación de Datos, que ha despertado una notable oposición por su apusta por registrar todas las llamadas y correos electrónicos que se intercambien en las islas, podrían haber sido pospuestas.
