NALCHIK (RUSIA), 17 Ago. (EP/AP) -
Las familias de las víctimas del secuestro de la escuela número 1 de Beslán por terroristas chechenos en 2004, donde murieron más de 330 personas, bloquearon hoy los intentos de las autoridades rusas de recrear varios aspectos de la fallida operación de rescate, y alegaron que forma parte de un encubrimiento.
Una decena de parientes de víctimas organizaron piquetes en el interior, quemaron los restos de la escuela e impidieron el acceso a los fiscales y los bomberos al edificio. La presidente del grupo Voces de Beslán, Ella Kesayeva, dijo que estas acciones se llevaron a cabo para protestas por los intentos de los funcionarios de ocultar la verdad sobre la operación de rescate, que provocó la masacre.
"Hoy los bomberos llegaron al lugar a plena marcha y con sus tranques llenos de agua", dijo Kesayeva. "Pero el 3 septiembre de 2004 cuando cientos de niños estaban muriendo entre las llamas, los bomberos llegaron sin trajes protectores, sus equipos no funcionaban, y los tanques de agua estaban vacíos", afirmó.
El 1 de septiembre de 2004, unos 30 rebeldes armados secuestraron a unos 1.100 niños, padres y personal escolar en el gimnasio del colegio, y se negaron a proporcionales comida ni agua. El asalto terminó tres días después en una batalla entre las fuerzas de seguridad rusas y los terroristas chechenos, cuando, al empezar a disparar las fuerzas rusas uno de los atacantes explosionó un dispositivo. Tras esto las fuerzas rusas entraron en el complejo. La cifra de muertos ascendió a 333.
Supervivientes y familiares de víctimas afirman que muchas muertes sucedieron porque las tropas dispararon a la escuela desde los tanques y las tropas dispararon, provocando incendios que hicieron que el tejado colapsara y cayera sobre muchos heridos. Además culpan a las autoridades de no haber investigado apropiadamente las circunstancias del ataque y la fallida operación de rescate.
