BEIRUT, 7 (Reuters/EP)
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, instó a los líderes del Líbano a sellar la reconciliación a través del diálogo y a respetar el acuerdo que el mes pasado logró evitar una guerra civil en ese país durante su visita oficial al país árabe.
Sarkozy, encabezando una numerosa delegación, llegó a Beirut para una visita de cinco horas y se convirtió así en el primer líder occidental que viaja a la capital libanesa desde la elección del presidente Michel Suleiman y el acuerdo político entre el Gobierno prooccidental y la oposición prosiria liderada por Hezbolá.
La crisis política de Líbano se relajó gracias al acuerdo de Doha, que puso fin a la peor oleada de enfrentamientos internos desde la guerra civil de 1975-90. Suleiman fue elegido tras la firma del acuerdo, pero los líderes libaneses debaten ahora la formación del Gobierno de coalición.
"El acuerdo de Doha mejoró la situación y llevó a la reconciliación nacional. El presidente Suleiman tiene una gran responsabilidad para hacer que esta reconciliación sea un éxito", declaró Sarkozy en el aeropuerto de Beirut. "Todos los bandos deben cumplir sus compromisos a través del diálogo", dijo el presidente francés, con Suleiman a su lado. Sarkozy agregó que los libaneses deberían mirar hacia adelante, "a un futuro basado en el diálogo".
FUERZAS DE PAZ FRANCESAS
Sarkozy estaba acompañado por el primer ministro francés, François Fillon, además de otros altos funcionarios y líderes de los principales partidos políticos de su país. Indicó que su "excepcional" delegación reflejaba los fuertes lazos de ambas naciones. Sarkozy solicitó apoyo al Gobierno libanés y las fuerzas armadas, pero dio pocos detalles.
El ministro de Defensa francés, Hervé Morin, visitó a los 1.600 militares franceses de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), un cuerpo que cuenta también con unos 1.200 militares españoles.
Líbano logró su independencia de Francia en 1943, pero París ha mantenido desde entonces fuertes lazos con el país, en especial con su comunidad cristiana. Sarkozy y su ministro de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, intentaron en diciembre mediar para facilitar un acuerdo que pusiera fin a la crisis libanesa, pero fracasaron. Sin embargo, los últimos avances podrían propiciar una mejora de las relaciones entre Francia y Siria.
Un funcionario francés explicó que Sarkozy enviaría en los próximos días a dos de sus asistentes más cercanos, Jean-David Levitte y Claude Geant, para reunirse con el presidente sirio, Bashar al Assad, en Damasco.
Sarkozy indicó durante su visita a Beirut que los responsables del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri debían ser arrestados, un magnicidio atribuido a Siria por autoridades de dentro y fuera de Líbano.
