Siria cierra el paso fronterizo en el norte de Líbano, tras reanudarse los bormbardeos en Nahr el Bared

Actualizado: miércoles, 20 junio 2007 20:40


BEIRUT, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades sirias cerraron hoy el paso fronterizo en el noreste de Líbano, impidiendo el tráfico en ambas direcciones, sin dar explicaciones a sus homólogas libanesas, según informaron fuentes de seguridad en Líbano, después de la reanudación de los enfrentamientos en el campamento de refugiados palestinos de Nahr el Bared, a las afueras de la ciudad portuaria de Trípoli, en el norte de Líbano.

Tras el cierre del paso de Qaa-Jousseh --que no ha sido confirmado por Damasco--, el único paso fronterizo operativo entre los dos países es el de Masnaa, entre Beirut y Damasco, ubicado en el Valle de Bekaa, en el este de Líbano. Anteriormente, las autoridades sirias cerraron otros dos pasos fronterizos, también en el norte de Líbano, tras los enfrentamientos que estallaron el pasado 20 de mayo entre milicianos de Al Fatá al Islam y las tropas gubernamentales en Nahr el Bared, alegando motivos de seguridad.

Sin embargo, fuentes libanesas en la oposición aseguran que tras la retirada del contingente militar sirio de Líbano en a finales de 2005 --forzada por la presión de la comunidad internacional después del asesinato del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en un atentado con bomba, detrás del cual, según la comisión de investigación de la ONU estarían parte de los servicios secretos de Siria y Líbano--, Siria está intentando ejercer una presión estratégica contra Líbano limitando el libre flujo de mercancías y personas entre ambos países.

NUEVOS BOMBARDEOS

Mientras, las tropas libanesas reanudaron hoy los bombardeos contra posiciones de milicianos de Al Fatá al Islam en Nahr el Bared, además de efectuar disparos de artillería contra barricadas donde sostienen permanecen atrincherados los milicianos escindidos de Fatá Intifada, con sede en Damasco.

A pesar de la reanudación de los enfrentamientos en el campamento de refugiados, donde todavía permanecen unos 5.000 palestinos según datos de las organizaciones de ayuda humanitaria, los palestinos mediadores del conflicto se entrevistaron hoy con dirigentes del Ejército libanés, incluido el jefe de Inteligencia militar, el brigadista George Khoury, en un intento por forjar un acuerdo de alto el fuego entre milicianos y soldados, que incluya el desarme de la milicia, presuntamente vinculada con Al Qaeda.

Al término de dicha reunión, celebrada en la sede del Ministerio de Defensa, en Yarze, cerca de Beirut, el clérigo palestino y mediador en el conflicto, el jeque Mohammed Haj, subrayó su esperanza de obtener "una respuesta positiva" del Ejército sobre la propuesta de cese de hostilidades.

"El brigadista Khoury ha prometido trasladar lo acordado (con Al Fatá al Islam) al mando del Ejército y pronunciarse al respecto", explicó el clérigo a la cadena de televisión Al Manar, propiedad de la milicia chií libanesa Hezbolá, sin dar detalles.

El jeque palestino y la Asociación de Estudiantes Palestinos informaron durante a Khoury de sus reuniones de esta semana con los líderes de Al Fatá al Islam, cuyos milicianos habrían aceptado pactar un acuerdo de alto el fuego con el Ejército libanés.

Previamente, la cadena de televisión privada New TV informó de que las condiciones para un cese de hostilidades implicarían la aceptación del retorno de los refugiados palestinos, la toma de control del campamento por parte de otras facciones palestinas y la disolución de la milicia.

Sin embargo, un alto cargo militar explicó que el Ejército no aceptará un acuerdo a menos que los milicianos responsables de la muerte de soldados gubernamentales se entreguen a las autoridades. "No habrá negociación sobre la sangre de los mártires (del Ejército)", constató a AP, al tiempo que destacó los "avances progresivos" en la lucha contra los milicianos.