NUEVA YORK, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El representante especial de la ONU en Somalia, François Lonsény Fall, condenó hoy la reanudación de la violencia en la capital somalí, que se saldó con al menos 35 muertos, y pidió a todas las partes implicadas el cese inmediato de las hostilidades sin condiciones, según un comunicado de la ONU.
"Somalia está en estos momentos en guerra con la naturaleza y la pobreza", declaró Fall. "Lo último que necesita el país es que sus líderes se peleen entre ellos", manifestó. Asimismo se mostró contrariado por el hecho de que los disturbios se hayan cobrado la vida de numerosos civiles y haya traído aún más inseguridad a los trabajadores humanitario de la ONU que se encuentran en el país, tratando de paliar la grave situación que ha causado la sequía.
"Es el momento de permanecer juntos, no separados", aclaró, pidiendo urgentemente a todas la facciones de Mogadiscio, entre las que se encuentran también miembros del Gobierno de transición, que entreguen las armas y se unan al proceso político que se desarrolla en la ciudad de Baidoa, donde tiene su sede el Ejecutivo.
"Necesitamos que el país se comprometa con la seguridad para avanzar a la máxima velocidad posible", afirmó Fall y reiteró el compromiso de la comunidad internacional con Somalia.
"No se puede cuestionar que seguiremos enviando, como hemos hecho durante décadas ayuda humanitaria, alimentos y agua, material médico y personal, tanto para la población local como para los miles de desplazados somalíes a causa del conflicto", reiteró.
