ROMA, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Una nueva crisis humanitaria se perfila en Somalia, según informó hoy la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en un país donde una temporada de lluvias irregular y el aumento de la tensión militar en los últimos meses amenazan la seguridad alimentaria de 2,1 millones de personas.
"Somalia atraviesa una profunda crisis. El aumento de la tensión y del conflicto armado serían catastróficos", informó el jefe del Servicio Mundial de Información y Alerta de la FAO, Henri Josserand. "Estamos observando muy atentamente la situación", añadió.
En Somalia, por tercera temporada consecutiva, se prevé que en agosto la principal cosecha de cereales sea insuficiente debido a la irregularidad de la estación de lluvias, que va de abril a junio, recuerda la FAO en un comunicado.
A esto debe añadirse el aumento de la tensión entre los diferentes grupos armados y la concentración de efectivos militares alrededor de Baidoa, sede del Gobierno de transición, hechos que no hacen más que complicar aún más la situación delicada de por sí.
La escalada en el conflicto bélico ya ha causado la muerte de civiles y desplazamientos de la población, y como el grueso de los cultivos alimentarios se produce en el sur de Somalia, donde está Baidoa, "todo trastorno de las actividades de la cosecha agravará la crisis humanitaria ya existente", indicó Josserand.
Si bien ha llovido en algunas regiones afectadas por la sequía, en este año las precipitaciones estuvieron por debajo de la media en casi en todo el sur de Somalia, y sigue siendo precaria la seguridad alimentaria de unos 2,1 millones de personas. Además y como colofón, la agencia de la ONU recuerda que en el mercado africano los precios de los alimentos básicos aumentaron un 30 por ciento este año, lo que dificulta su adquisición a las familias más pobres.
