MOGADISCIO, 29 May. (EP/AP) -
Los miembros de las milicias que luchan por el control de la capital somalí desde hace más de tres semanas, podrían enfrentarse a acusaciones por crímenes de guerra por intentar impedir que los heridos y los civiles reciban asistencia durante el conflicto, advirtió hoy un funcionario de la ONU.
La batalla que se desarrolla en Mogadiscio entre los fundamentalistas islámicos y las milicias seculares de señores de la guerra han obligado a atender a unas 1.500 personas en los dos principales hospitales de la ciudad desde el comienzo de este año, según el coordinador humanitario de la ONU en Somalia, Eric Laroche.
En los últimos días, cientos de personas han huido de Mogadiscio para evitar los enfrentamientos que por el momento se han cobrado la vida de 83 personas desde el miércoles.
"Cada vez aumentan las informaciones preocupantes desde Mogadiscio que describen los disparos indiscriminados cobre la población civil y las instalaciones médicas, con decenas de muertos en los últimos días", dijo la ONU en un comunicado. "Debido a la intensidad de los últimos combates, el número de víctimas civiles se ha incrementado, y muchos no han podido llegar hasta las instalaciones médicas".
La ONU alertó a las partes combatientes que "cualquier intento deliberado de intentar impedir a heridos o civiles la asistencia o la protección podrían constituir parte de futuros crímenes de guerra", señala el comunicado.
Por su parte, Laroche se mostró impresionado por el ataque de hospitales, describiendo el acto como una violación flagrante de las normas básicas del Derecho Internacional Humanitario.
"Los enfrentamientos podrían extenderse a otras partes del sur de Somalia, llevando a que se agrave aún más la crisis humanitaria, en un momento en que se necesita estabilidad para el éxito de la respuesta humanitaria a la sequía en esta región", advirtió el funcionario.
