MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Unión Africana (UA) advirtió hoy de la propagación de las acciones contra el Gobierno por parte de los insurgentes hacia zonas hasta ahora pacíficas como son las regiones del Medio y Bajo Juba (ambas en el sur), según informó la agencia de noticias de la ONU, IRIN.
"Su estrategia parece consistir en debilitar al Gobierno Federal de Transición (GFT) desestabilizando todas las zonas posibles porque saben que el Gobierno no tiene, por el momento, la capacidad de desplegar un número significativo de efectivos en todas las regiones", comunicó en un informe el pasado día 18 el presidente de la Comisión de la UA, Alpha Konaré.
El mismo informe hablaba de que "en las regiones del Medio y Bajo Juba, Al Shabaab (el ala militar de la destituida Unión de Tribunales Islámicos, UTI) están entrenando a nuevos reclutas y planeando ataques". En el documento también se denunciaba que los elementos armados estaban usando la región de Bajo Shabelle para transportar armas. "Recientemente, las fuerzas del GFT en la zona fueron atacadas y forzadas a retirarse a Bardoogle. En la región de Bay, también ha habido un incremento de ataques contra el GFT y las posiciones etíopes".
La inseguridad ha dado lugar a bajas civiles, desplazamientos masivos y asistencia obligada a los necesitados. De acuerdo con los datos de la ONU, más de 240.000 personas abandonaron Mogadisco desde finales de octubre mientras que la cifra total de civiles que huyeron de la ciudad en 2007 ronda los 600.000.
"Mientras que la mayoría --de los desplazados-- fueron a la región de Bajo Shabelle, especialmente a la localidad de Afgoye, un gran número de personas huyeron todavía más lejos a las regiones de Bay, Hiiraan y Mudug", afirmó la UA. Además, estos movimientos poblacionales suponen una carga adicional para las comunidades que los reciben, las cuales ya hacen frente a una situación humanitaria crítica, agravada por la interrupción de los mercados agrícolas y ganaderos en Mogadisco.
Los incidentes dirigidos contra organizaciones humanitarias siguen denunciándose mientras que los controles policiales en las carreteras, incluida la carretera que une Mogadisco y Afgoye, dificultan los intentos de ayuda.
El documento de Alpha Konaré también informaba de que "a pesar de las exenciones concedidas por el GFT, los trabajadores de las organizaciones afirman que a menudo tienen que pagar tasas en estos puestos de control, cuyo número ascendía a 336 en noviembre". Como consecuencia ha crecido el coste del transporte por lo que la entrega de las ayudas humanitarias se está retrasando todavía más.
Por otro lado, la UA destaca que 15 años después del inicio de la guerra civil en Somalia todavía impera una violencia e inseguridad persistente, además de la ausencia de estructuras de gobierno efectivas capaces de llevar a cabo sus funciones, incluyendo la prestación de servicios sociales básicos, a lo que hay que añadir la aguda crisis humanitaria y el colapso económico.
