JOHANESBURGO, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El último presidente blanco de línea dura que gobernó Sudáfrica, Pieter Willem Botha, falleció esta noche a los 90 años de edad en su domicilio cercano a Wilderness en Cabo Oeste, según confirmó un miembro de su equipo de seguridad, Frikkie Lucas, citado por el canal de noticias sudafricano 'News24'.
Lucas afirmó que Botha "murió en casa, pacíficamente". El ex presidente fue dado de alta del hospital George Medi-Clinic hace dos semanas, a donde acudió para un supuesto "examen rutinario", según el centro médico.
Botha encabezó el Gobierno primero como primer ministro y más tarde como presidente, entre los años 1978 y 1989, y se le conocía con el sobrenombre de "el gran cocodrilo". Su periodo de mandato fue uno de los peores en cuanto a violencia radial y aislamiento internacional del país africano, y se resistió además a las presiones para liberar a su prisionero político más conocido, Nelson Mandela, que fue puesto en libertad por el sucesor de Botha, F.W. de Klerk, en 1990.
La Comisión para la Verdad y la Reconciliación, organismo instaurado por Mandela para probar los abusos de los Gobiernos del Apartheid, concluyó en 1998 que Botha era culpable de crímenes y violaciones de los Derechos Humanos, y de ordenar asesinatos y atentados. Sin embargo, su salud le ayudó a escapar de la justicia y pasó sus últimos años recluido en un complejo marítimo en lugar de en la cárcel.
