En Sudán del Sur, no solo el conflicto armado deja víctimas civiles

Un niño recibe tratamiento en un hospital apoyado por el CICR en Sudán del Sur
Un niño recibe tratamiento en un hospital apoyado por el CICR en Sudán del Sur - CICR - Archivo
Publicado: lunes, 8 julio 2019 17:01

MSF y CICR alertan del impacto que la violencia intercomunitaria tiene entre la población

MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

Si hay algo en lo que se ponen de acuerdo tanto la ONU como las organizaciones humanitarias que trabajan en Sudán del Sur es que el acuerdo de paz firmado el pasado septiembre entre el Gobierno y los principales grupos armados que operan en el país ha traído consigo un descenso considerable de la violencia armada. Pero eso no significa que los civiles no sigan siendo víctimas de otro tipo de violencia.

"Aunque la exposición de los civiles al conflicto armado abierto entre los beligerantes ha disminuido, con algunas excepciones, la población sigue enfrentándose a amenazas de la violencia intercomunitaria y la delincuencia, lo que contribuye a las extremadamente precarias condiciones en las que viven hoy en día", subraya el jefe de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el país, Claudio Miglietta, en declaraciones a Europa Press.

"Una enorme cantidad de personas aún tienen necesidades médicas y humanitarias tremendas", subraya, haciendo hincapié en que los años de conflicto, primero para alcanzar la independencia en 2011 y luego con la guerra que estalló a finales de 2013, han provocado que en la actualidad "menos de la mitad de la población tenga acceso adecuado a servicios médicos".

"Muchas personas tienen que caminar distancias enormes, a veces durante varios días, para acceder a la instalación sanitaria más cercana", denuncia Miglietta. El "frágil sistema de salud" del país depende de la ayuda internacional y "una cantidad significativa de los servicios los ofrecen las ONG", añade, reconociendo que además no puede atender "la escala de necesidades médicas que hay".

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) también constata las enormes necesidades en materia de salud en Sudán del Sur. Según explica en un comunicado, los hospitales que apoya en el país siguen recibiendo a diario a heridos por la violencia.

AGRESIONES ENTRE TRIBUS Y CLANES

"Aunque Sudán del Sur está técnicamente en tiempo de paz, el contexto es que existe un estado constante de agresión entre tribus y clanes", resalta Kieren Box, enfermera quirúrgica en el hospital gestionado por el CICR en Ganyliel.

"Se están enfrentando por el ganado. Se están enfrentando por las tierras. Los jóvenes luchan entre ellos y es muy fácil conseguir armas aquí, así que pequeñas disputas se convierten en disputas realmente grandes", subraya.

La violencia de carácter intercomunitaria, en general relacionada por el robo de ganado y por asesinatos de venganza, supone una amenaza para los sursudaneses, además de cobrarse con una frecuencia recurrente decenas de víctimas en distintas partes del país.

Según el CICR, ha habido solo una pequeña reducción en el número de heridos de bala y otras armas que reciben los dos hospitales que apoya el organismo --uno en Yuba y el citado en Ganyliel-- en comparación con el mismo periodo de un año antes. Así, en un lapso de seis meses tras la firma del acuerdo, el 97 por ciento de los ingresados presentaban heridas de bala, "lo que indica la alta prevalencia y el fácil acceso a armas de fuego", subraya.

Entre octubre de 2017 y marzo de 2018, fueron ingresados 392 pacientes con heridas de bala y otras armas en los centros apoyados por el CICR, mientras que entre abril y septiembre de ese año --la estación de lluvias-- la cifra fue de 291. Entre octubre de 2018 y marzo de 2019 se contabilizaron 382 pacientes.

El organismo internacional destaca que mujeres y niños son particularmente vulnerables frente a la violencia. Según sus datos, entre el 1 de octubre y el 31 de marzo, el 10 por ciento de los pacientes fueron niños menores de 15 años y algo más del 10 por ciento mujeres.

RETOS A LA ASISTENCIA SANITARIA

Tanto MSF como el CICR se enfrentan a importantes obstáculos a su labor en Sudán del Sur, incluida la inseguridad. Uno de ellos es la ausencia de infraestructuras como carreteras y puentes, que facilitaría el acceso a algunas zonas del territorio y abarataría los costes de la asistencia, ya que en gran medida se realiza por vía aérea.

La estación de lluvias, en la que está inmerso ahora Sudán del Sur, no solo aumenta los casos de malaria por ejemplo, sino que, destaca Miglietta, "también hace más difícil nuestra logística y suministro, además de complicar el acceso de los pacientes a las instalaciones o para ser remitidos a otros lugares donde recibir tratamiento más especializado, ya que los aviones no pueden aterrizar o las carreteras han quedado impracticables".

Por ello, en MSF se preocupan por abastecer sus proyectos --tienen 15 en todo el país-- antes de la llegada de las lluvias "para así poder atender las necesidades de salud de la población pese a los retos logísticos".

Miglietta subraya que MSF siempre trata de "llegar a las personas más necesitadas, pero estos lugares a menudo pueden ser de muy difícil acceso". "La seguridad siempre está a la vanguardia en nuestras mentes" pero hay ocasiones en que no es posible negociar el acceso y no pueden trabajar en una determinada zona.

"Cuando no somos capaces de superar estos retos no es MSF quien sufre, sino las personas que pueden perder atención sanitaria que salva vidas", resume, asegurando que, dadas las "enormes necesidades" que aún hay en Sudán del Sur pese al acuerdo de paz, la ONG seguirá manteniendo este país "como una de sus mayores operaciones humanitarias a nivel mundial".

Asimismo, apuesta por "una inversión significativa en el sistema de salud" sursudanés, defendiendo la necesidad de que se mantengan las contribuciones que los donantes, las organizaciones y el propio Gobierno sursudanés están realizando esta materia.

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